Amigo/a, 🌱 Descansa en el Prado de Dios
Continuamos con el Salmo 100, y el versículo de hoy sigue diciendo: “Pueblo suyo somos, y ovejas de su prado” (Salmo 100:3)
Me encanta cómo lo expresa aquí el salmista: somos ovejas de Su prado. Es decir, somos ovejas que tenemos acceso al prado de Dios, para entrar, refrescarnos y descansar en él.
Esto me trae a la memoria lo que expresa el Salmo 23, cuando el rey David dice en relación a Dios: “En lugares de delicados pastos me hará descansar, junto a aguas de reposo me pastoreará” (Salmo 23:2).
Sí, nuestra porción y herencia en Dios es precisamente el que cada día, a cada momento, podemos entrar en el Prado de Su Presencia, y experimentar Sus bendiciones en nuestra vida.
No importa lo que diga nuestra realidad: la verdad es que somos Su pueblo, y como tal, Dios ha preparado un lugar precioso de encuentro con nosotros, al cual estamos invitados a venir en cualquier momento.
Piensa en esto mientras tratas de imaginar este precioso prado de Dios, en base a lo que dice el Salmo 23:
- Su prado es precioso, recubierto de delicados pastos, verdes y frondosos.
- Está tan lleno de vida y de bendición por todas partes, que esa preciosa hierba es el lugar perfecto para echarse y descansar.
- Un río apacible se encuentra cerca, para que así puedas calmar tu sed en sus aguas cristalinas cada vez que lo necesites.
- De hecho, el Señor mismo te pastorea junto a esas aguas, y da a tu alma el reposo que tanto necesitas.
¡Wow! ¿Acaso no es precioso? ¡No sé tú, pero yo quiero siempre encontrarme con Dios en el Prado de Su Presencia! =)
Amigo/a, eres un/a hijo/a de Dios, y tienes acceso tantas veces como quieras a este precioso lugar. ¡No pierdas la oportunidad de venir y llenarte de Su Presencia!
Te llevo en mis oraciones y en mi corazón,