❤️🩹 Deja que Él sane tus heridas

Cuando piensas en libertad, Amigo/a, ¿qué es lo primero que viene a tu mente? Tal vez paz, restauración o sanidad. Déjame recordarte algo: Jesús vino precisamente para eso, para sanar y restaurar tu corazón.
Sí, es cierto. Él anhela que vivas plenamente sano y libre. Jesús vino a entregarte las llaves de tu libertad y a vendar cada herida en tu corazón. Su Palabra lo confirma, "El Espíritu de Dios el Señor está sobre mí, porque el Señor me ha ungido. Me ha enviado a proclamar buenas noticias a los afligidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a anunciar libertad a los cautivos y liberación a los prisioneros." Isaías 61:1 (RVR1960)
Jesús es el Ungido que trae esperanza a los que sufren, que restaura lo que parece roto y que libera lo que ha estado atado por mucho tiempo. Él no es un Dios distante, indiferente a tu historia. Conoce cada herida, cada temor y cada anhelo profundo de tu corazón.
A lo largo de mi vida, he experimentado la libertad y sanidad que solo Jesús puede dar, y sé que Él anhela hacer lo mismo contigo. Quizá hoy sientes que hay cadenas que aún te atan: dolores del pasado, heridas que han dejado marcas en tu alma. Pero aquí está la verdad: Jesús ya vino para romper esas cadenas.
Permítele tocar tu corazón, ir contigo a esos lugares donde solo tú sabes que hay dolor. Él quiere entrar, sanar, restaurar. Su amor es más grande que cualquier herida.
Amigo/a, este poder sanador está disponible para ti. Solo necesitas abrir tu corazón y dejar que su amor transforme lo más profundo de tu ser. Como dice la Escritura: "Él sana a los quebrantados de corazón, y venda sus heridas." Salmos 147:3
Levanta una oración en este día y permite que su amor fluya en tu vida, trayendo sanidad y restauración. Jesús está aquí, listo para abrazarte y hacerte libre.

