Amigo/a, cuando te caigas, ¡levántate!
¿Cuántas veces crees que te has caído a lo largo de tu vida? Seguro que si pudieses contarlas todas (incluidas las veces que te caíste cuando eras pequeño/a) daría un número considerable. ¡Todos sabemos lo que es darse un buen golpe! =)
La vida está llena de tropiezos, tanto en lo físico como en lo espiritual. Jesús mismo le dijo a los discípulos: “Imposible es que no vengan tropiezos...” (Lucas 17:1). Sí, a menudo nos encontramos con obstáculos en el camino, y a veces, sin darnos casi cuenta, caemos en los mismos errores, malas decisiones, pecados y actitudes del pasado.
Déjame que te pregunte algo: ¿qué es lo que tienes que hacer cuando te caes? La respuesta es sencilla: ¡levantarte! Los niños lo tienen muy claro. En mi caso, puedo verlo a diario con Eva Grace: con sus apenas 10 mesecitos es imparable. No importa cuántas veces se caiga, siempre sigue probando cosas nuevas una y otra vez, ya sea ponerse de pie en la cuna, sentarse por sí misma o tratar de trepar en el sofá. No importa las veces que se caiga: lo sigue intentando constantemente, y con determinación, hasta que al final lo consigue.
Esa es la actitud que nosotros debemos tener. Sin embargo, muy a menudo nos damos por vencido cuando las cosas no salen como pensábamos. Es precisamente en esos momentos en los que somos llamados a levantarnos y a seguir adelante, como dice este pasaje de la Biblia: “Por lo cual, levantad las manos caídas y las rodillas paralizadas; y haced sendas derechas para vuestros pies, para que lo cojo no se salga del camino, sino que sea sanado” (Hebreos 12:12–13)
Amigo/a, cuando te caigas, ¡levántate! Dios quiere sanarte mientras caminas. A lo largo de esta semana vamos a ver claves que te ayudarán a levantarte de nuevo en la fe cuando te sientas abatido, y que te impulsarán hacia todo lo que Dios tiene preparado para ti. ¿Estás listo/a?