🚨 Cuando sientes la presión…
¿Alguna vez has visto un globo que se llena de aire?
Al principio parece divertido, pero cuando lo inflamos demasiado, empieza a tensarse, a crujir… y, si no se libera, termina estallando.
Nuestras vidas a veces son como ese globo. Ante los problemas, el estrés y las preocupaciones, sentimos cómo crece la presión dentro de nosotros. Puede ser física, emocional o mental, y muchas veces no sabemos cómo manejarla.
Como con el globo, necesitamos liberar esa presión. Podemos hablar con alguien, llorar, escribir o distraernos… y eso ayuda un poco. Pero hay una manera realmente efectiva y segura: entregar esa carga a Dios. Cuando confiamos en Él, el aire de nuestras preocupaciones se libera y nuestra vida recupera la calma y la estabilidad.
Jesús dijo: “Por eso les digo: No se preocupen por su vida, qué comerán o beberán; ni por su cuerpo, cómo se vestirán. ¿No tiene la vida más valor que la comida y el cuerpo más que la ropa? Fíjense en las aves del cielo: no siembran ni cosechan ni almacenan en graneros; sin embargo, el Padre celestial las alimenta. ¿No valen ustedes mucho más que ellas?” (Mateo 6:25-26)
Cuando notes esa angustia, no dejes que se acumule en ti hasta explotar: ven a Jesús. Habla con Él en oración, descárgate con Él. No te preocupes; confía en su cuidado y cree que Él va a hacer algo en esa situación. ¿Sabes lo que ocurrirá cuando lo hagas?A los pocos minutos empezarás a sentir esa paz increíble de Dios que te fortalecerá de nuevo.
Sí, Amigo/a, deja que hoy Dios se lleve la angustia, las cargas y la ansiedad de tu vida, y te dé su preciosa paz. Esta promesa está disponible para ti hoy mismo. ¿Te animas a hacerla tuya?