😅 Cuando no sabes qué decir

A veces, cuando no encuentro las palabras para hablar con Dios, simplemente elevó una adoración que brota desde lo más profundo de mi corazón.
Cuando pienso en todo lo que Él ha hecho por mí, solo puedo levantar mis manos en admiración y amor hacia mi Dios, quien lo dio todo por mí. Muchas veces, esto es suficiente. Pongo música de adoración, medito en las palabras de una canción y dejo que mi adoración toque el corazón de Dios.
He experimentado cómo los cielos se abren sobre mi vida al hacer esto. Amigo/a, ¿quieres sentir la presencia de Dios en tu vida? ¿Necesitas que Él intervenga en situaciones específicas? ¿Anhelas libertad o sanidad? Ven ante Él con una actitud de adoración y verás cómo Jesús llena tu vida con su presencia.
El salmista David entendió este poder cuando escribió: "Bendice, alma mía, a Jehová, y bendiga todo mi ser su santo nombre. Bendice, alma mía, a Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios" (Salmos 103:1-2, RVR1960).
Esta es una adoración profunda, sincera, que mueve el corazón y la mano de Dios. David habla de bendecir a Dios con todo su ser: alma, corazón, pensamientos, emociones y fuerzas.
En momentos difíciles es fácil sentirse abrumado, pero cuando reconoces quién es Él y lo que ha hecho por ti, Dios responde a esta adoración abriendo los cielos.
Hoy quiero animarte a que tomes un momento y le des a Dios tu mejor adoración. Si estás vivo y leyendo esto, ya tienes miles de razones para adorarle.
Oremos juntos: "Jesús amado, quiero levantar tu santo nombre con todo mi ser. Tú eres más grande que cualquier cosa en este mundo, y aun así yo te importo. Por eso te adoro y te doy gracias por tu amor infinito. En tu precioso nombre, Amén."

