Amigo/a, 📖 Cuando Dios te lee la Biblia…
Intro · Bienvenida · Milagro · Reflexión · Alabanza · Oración
Hace muchos años, me ocurrió algo que realmente me marcó profundamente.
Eran las 3:00 de la madrugada, y me acababa de despertar. Había tenido una serie de pesadillas horribles, y me encontraba todavía bastante afectado.
Mi mente estaba llena de malos pensamientos, y tenía miedo. Tal era la presión en mí que prefería no moverme de la cama, ni siquiera abrir los ojos.
En aquellos tiempos, acababa de conocer a Jesús, y no tenía aún la sabiduría ni la madurez para rechazar las obras de las tinieblas.
En medio de esa situación, unas palabras vinieron a mi mente: “Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado”.
Sentía que debía tratarse de un pasaje de la Biblia, pero nunca lo había escuchado antes (o, al menos, no era consciente de ello).
Repetí una y otra vez esas palabras en mi mente, hasta que una verdad se empezó a hacer evidente en mi corazón, basada en este pasaje: “¡Tengo que pensar en Dios, mis pensamientos tienen que perseverar en Él!”
Así lo hice: puse mi atención en Dios, y empecé a pensar en todas las cosas preciosas que Él había hecho ya en mi vida a lo largo de esos meses.
Poco a poco, esas tinieblas, esa pesadez, fueron desapareciendo, y la paz fue invadiendo de nuevo mi corazón. Tras unos instantes, me encontraba listo para seguir durmiendo, lo cual hice plácidamente durante el resto de la noche.
A la mañana siguiente, busqué si esas palabras eran realmente un pasaje de la Biblia o no. Tras unos minutos buscando en la CompuBiblia (un antiguo programa de la Biblia que tenía en aquellos tiempos instalado en mi ordenador), lo encontré: ¡Era Isaías 26:3!
No me lo podía creer: era un pasaje real de la Biblia: ¡Dios me había leído un versículo de la Biblia la noche pasada! ¡Woow! 😄🙌🏻
Amigo/a, ¡haz que tus pensamientos perseveren en Dios! Cuando miramos a las tinieblas que nos rodean en la vida, es fácil tener miedo y angustia… ¡pero ninguno de esos pensamientos puede permanecer en nosotros cuando decidimos mirar a Jesús!
