Amigo/a, ¡corre! 👟
¿Alguna vez has corrido un maratón? Yo desde siempre he sido más de carreras cortas, de sprint, más que de carreras de fondo.
Sin embargo, me siento inspirado por el testimonio de mi querido amigo Bruno Picard, autor de la versión francesa de Un Milagro Cada Día. Él mismo cuenta cómo, hace muchos años, había caído en un estilo de vida que no era saludable. Apenas dormía, combinaba días de ayuno con comidas copiosas de comida rápida, y no bebía agua, solo refrescos. Tras varios años con este estilo de vida y sin parar de trabajar, cayó enfermo, hasta el punto de no poder levantarse de la cama durante semanas.
Poco a poco inició un proceso de restauración, que le llevó a cuidar su reposo, su alimentación, y a ejercitar de manera regular. ¡Ahora, Bruno es todo un deportista! Sigue siendo pastor y desarrolla su ministerio, pero, a la vez, suele hacerse decenas de kilómetros en bicicleta de manera habitual, ha corrido varios maratones, y se está preparando para correr el Gran Raid, un ultramaratón de 164 kilómetros de una dureza extraordinaria. ¡Wow!
Las claves de Bruno para conseguir este enorme cambio en su vida fueron la paciencia y la determinación. Día a día empezó a cambiar pequeñas cosas, a ejercitar un poco más, a seguir progresando de manera constante, hasta que llegó a conquistar grandes metas.
Eso mismo es lo que necesitamos nosotros. Mira lo que dice la Biblia: “Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante...” (Hebreos 12:1)
Amigo/a, la vida cristiana no es un sprint, sino que es un maratón, y la paciencia es la clave para poder avanzar. Aparta de tu camino todo aquello que te estorba, pon tus ojos en Jesús, y ¡sigue adelante!
Piensa en esto: ¿qué pasos podrías empezar a dar hoy mismo? ¡Creo que esos pequeños pasos te llevarán a hacer cosas extraordinarias junto a Dios algún día!