📖 Conocer verdaderamente a Jesús
Recuerdo que hace tiempo cuando un amigo, con dudas sobre la fe, me preguntó: “¿Qué haces cuando vienen dudas sobre Dios a tu mente?”. Después de pensarlo un poco, le respondí: “Recuerdo las experiencias que he vivido con Dios”.
Me refería a esos momentos en los que he escuchado su voz, he visto su cuidado, su guía en mi vida, y sus milagros en mi vida. Estas experiencias han sido sumamente importantes para mí porque me han ayudado a conocer más a Dios.
Amigo/a, ¿tú has tenido este tipo de experiencias con Dios?
En momentos de temor, cuando enfrentamos miedo y ansiedad, es fácil tener dudas. Por eso es sumamente importante la pregunta: “¿Quién es este hombre? ¡Hasta el viento y las olas lo obedecen!” (Mateo 8:27)
Para ese momento, los discípulos ya habían visto a Jesús realizar milagros, sanar y liberar a los oprimidos. Ya se le conocía como el “Hijo de Dios” y “Señor” (el Kyrios), un título reservado para Dios o para el emperador a quien también se consideraba un dios. Sin embargo, al ver a Jesús calmar la tormenta con solo su voz, se quedaron tan asombrados que se preguntaron: “¿Quién es este hombre?”.
Esta es una gran lección para nosotros. Muchos seguimos a Jesús, asistimos a la iglesia, nos llamamos cristianos y tratamos de vivir de acuerdo con nuestra fe. Pero, ¿cuántas veces también nos hacemos esta misma pregunta en nuestro corazón? La realidad es que una cosa es leer sobre Jesús y otra muy diferente es experimentarlo.
Conocer mucho sobre Jesús, es muy diferente a conocer verdaderamente a Jesús. Los discípulos vivieron esta experiencia y eso les permitió conocer más íntimamente a Jesús, su maestro y Señor.
Tú y yo sabemos, o hemos escuchado porque está en la Biblia, que Dios es un Dios de milagros: que suple nuestras necesidades, sana, libera, perdona, redime historias, y es todopoderoso.
Pero, ¿qué pasa cuando te enfrentas a situaciones que te causan temor, miedo y ansiedad? En esos momentos, parece que olvidamos o nos cuesta creer. Sin embargo, cuando experimentamos ese milagro, esa sanidad, esa paz, o quizá solo su presencia en medio de nuestras dificultades es cuando realmente podemos conocer más a nuestro Dios y nuestra fe se fortalece.
Entonces con esto en mente, piensa en tu mayor miedo, y hazte esta pregunta: ¿quién es ese hombre? ¿Quién es Jesús para ti en medio de tu mayor miedo?