📞 Comunicación con tu entrenador

La realidad en el entrenamiento es que es muy limitado lo que puedo lograr por mí mismo, sin la voz y la guía de un entrenador. Prácticamente, cada deporte cuenta con un entrenador que te orienta y te ayuda a mejorar constantemente. Recuerdo cuando tenía 12 años y practiqué Tae kwon do durante un par de años.
Recuerdo cómo, durante los entrenamientos, el entrenador nos enseñaba las formas y las diferentes técnicas de este arte marcial. Cuando competía, él estaba en mi esquina gritándome instrucciones mientras me enfrentaba a mi contrincante, y entre asaltos me daba consejos sobre lo que había observado.
¡Tener a mi entrenador observando me daba confianza, me ayudaba a no sentirme solo en la pelea y escuchar su voz era vital para obtener la victoria! De la misma forma en nuestro entrenamiento por la piedad necesitamos tener una profunda conexión con nuestro entrenador para saber cómo obtener la victoria.
En este caso la oración es nuestra conexión directa con Dios. Es el espacio donde fortalecemos nuestra relación con Él, entregamos nuestras cargas y recibimos su dirección. Así como todo atleta escucha a su entrenador para mejorar, nosotros debemos escuchar a Dios en oración para avanzar espiritualmente.
“Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos.” (Efesios 6:18)
Otro versículo que me encanta es Mateo 6:6; “Pero tú, cuando ores, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto. Y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará”.
No tienes idea de cómo tener a Dios en tu esquina te dará confianza y paz. Así como la sabiduría para enfrentar cada desafío de la vida, no te pierdas de poder vivir esta bendición.
Amigo/a, establece hoy un tiempo específico cada día para orar. Comienza este tiempo agradeciendo a Dios, cuéntale tus necesidades y dedica unos minutos a escuchar su voz en silencio.

