• ES
    • AR Arabic
    • CS Czech
    • DE German
    • EN English
    • ES Spanish
    • FA Farsi
    • FR French
    • HI Hindi
    • HI English (India)
    • HU Hungarian
    • HY Armenian
    • ID Bahasa
    • IT Italian
    • JA Japanese
    • KO Korean
    • MG Malagasy
    • MM Burmese
    • NL Dutch
    • NL Flemish
    • NO Norwegian
    • PT Portuguese
    • RO Romanian
    • RU Russian
    • SV Swedish
    • TA Tamil
    • TH Thai
    • TL Tagalog
    • TL Taglish
    • TR Turkish
    • UK Ukrainian
    • UR Urdu
Fecha de publicación 7 de oct. de 2025

🙌🏻 Clamar por misericordia

Fecha de publicación 7 de oct. de 2025

Aquí en México hay una frase muy popular: “Vergüenza robar y que te pesquen”. Según esta manera de pensar, lo malo no es hacer lo incorrecto, sino que te descubran haciéndolo. Mientras nadie se entere, todo parece estar bien. 

Pero esta mentalidad choca directamente con lo que la Biblia enseña. David pensó que había salido ileso de su pecado con Betsabé. Nadie parecía saber nada; él había planeado todo cuidadosamente, incluso la muerte de Urías, para cubrir sus huellas. Pero un día el profeta Natán se presentó en su palacio y lo confrontó con la verdad: Dios lo había visto todo.

¿Sabes qué hizo David en ese momento? No intentó justificar más sus acciones. No buscó excusas. No culpó a otros. Solo pudo levantar la voz y clamar por misericordia: “Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu gran amor; conforme a tu inmensa misericordia borra mis transgresiones. Lávame de toda mi maldad y límpiame de mi pecado” (Salmo 51:1-2, NVI).

La realidad es que todos tenemos cosas que quisiéramos esconder. Pensamientos, palabras o acciones que nadie más conoce y aunque la gente no lo vea, Dios sí lo sabe. Eso que quizás llevas tiempo ocultando… ya está delante de sus ojos.

La buena noticia es que nuestro Dios no nos expone para humillarnos, sino para restaurarnos.

Su amor es más grande que tu pecado, y su misericordia es más fuerte que tu vergüenza. No importa qué tan profundo hayas caído, siempre puedes clamar por su perdón.

De hecho, hoy quiero animarte a que lo hagas, no esperes más, habla con Dios en este momento, confiésale lo que hay en tu corazón, y pídele que te lave con su misericordia. Te aseguro que experimentarás una paz que solo Él puede dar.

Amigo/a, el arrepentimiento verdadero comienza cuando dejas de esconder tu pecado, y empiezas a clamar por la misericordia de Dios. 

Oremos juntos: Señor, tú me conoces mejor que nadie. Hoy vengo sin máscaras, reconociendo mi necesidad de ti, por favor ten misericordia de mí, límpiame y restáurame. Gracias porque tu amor es más grande que mi pecado, amén”

No lo olvides nunca: ¡Eres un Milagro!

Eleazar Diaz
Author

Pastor principal de una iglesia y director de un programa de discipulado y misiones en Guadalajara, México. Mi pasión es que cada persona pueda tener una relación intima y apasionada con Dios.