Amigo/a, 🤔 Cambia tus pensamientos, ¡y tu realidad entera!
Tras experimentar esta preciosa paz sobrenatural de Dios de la que hablábamos ayer, y ver cómo Dios toma nuestros agobios y los remplaza por Su paz divina, el pasaje sigue dándonos una serie de claves preciosas para nuestra vida cristiana.
De hecho, el siguiente versículo de este bloque tan especial dice: “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad” (Filipenses 4:8)
Nuestra mente juega un papel clave a la hora de vivir una vida victoriosa en Cristo. De hecho, el tipo de pensamientos que dejamos que estén en nuestra mente influenciarán toda nuestra vida.
Si tu mente está llena de ofensa, de pensamientos de crítica hacia otras personas, de temores por lo que pueda pasar, de malos pensamientos… todo eso tendrá una repercusión directa en tu vida, y especialmente en tu fe.
De hecho, el libro de Proverbios nos habla acerca del avaro, y de cómo, “cual es su pensamiento en su corazón, tal es él” (Proverbios 23:7)
Es decir, esa persona es avara porque permite que haya pensamientos de avaricia en su vida. Lo cual quiere decir que, si en un momento dado de su recorrido se da cuenta de lo terrible que es la avaricia y decide apartar esos pensamientos de su vida, ¡él también cambiará, y dejará de ser avaro!
La influencia de los pensamientos en nuestra vida es realmente impresionante: tienen el poder de determinar nuestro comportamiento, ¡y en cierta forma nuestro futuro!
Es por eso que este pasaje nos anima a centrar nuestros pensamientos en todo lo que es realmente bueno: porque eso producirá un fruto precioso y de bendición, tanto para nosotros como para los demás.
No merece la pena perder el tiempo pensando en las malas cosas que ocurrieron en el pasado, o albergando sentimientos de enfado hacia otras personas, o dejando que nuestros temores nos pinten un cuadro horrible en nuestra mente de lo que podría pasar.
Todos esos pensamientos, lo único que harán es intentar distraernos, bloquearnos, enfadarnos, atemorizarnos… para que así seamos debilitados en la fe, y nos distraigamos de lo que es realmente importante.
Muchas veces a lo largo de mi vida me he dado cuenta de que, sin querer, mis pensamientos estaban navegando a la deriva, influenciados por las tinieblas. A veces cuesta cambiar los patrones de pensamiento que hemos desarrollado a lo largo de los años, pero cuando lo hacemos, ¡sienta tan bien!
Amigo/a, ¡cambia hoy tu manera de pensar! Deja que solo los pensamientos de Dios de verdad, honestidad, fe, pureza, alabanza… inunden tu mente hasta rebosar, para que así puedas vivir en la frescura de la bendición de Dios.