Fecha de publicación 21 de jul. de 2021

Amigo/a, ¡brillas como una estrella!

Fecha de publicación 21 de jul. de 2021

Del 0 al 10, ¿cuán a menudo sueles criticar o murmurar de otras personas? Ya sea de personas que conocemos, o bien de famosos o gobernantes, creo que todos tenemos a veces la tendencia de hablar mal de los demás.

La crítica, la murmuración o incluso la queja son una forma de deshonra, aunque a veces estemos tan acostumbrados a ellas que no nos demos casi cuenta. Es por eso que la Biblia dice: “Haced todo sin murmuraciones y contiendas, para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo…” (Filipenses 2:14–15).

Recuerdo que mi buen amigo Eric Célérier, fundador de Un Milagro Cada Día, describe en un capítulo de su libro “Conexiones Divinas” una situación muy interesante que él experimentó en relación precisamente a este tema en una conferencia a la que asistió con su amigo Jan-Willem. Mira lo que dice Eric:

“Tomamos en ese momento el compromiso delante de Dios de no quejarnos bajo ningún concepto a lo largo de la conferencia, pasara lo que pasase [...] La apertura de la conferencia estuvo marcada por unos comienzos un poco agitados. La conexión a Internet no funcionaba. Los miles de visitantes que, como nosotros, tenían que registrarse, se impacientaban en las largas colas de espera. Las quejas se escuchaban por todos lados. 

En medio del caos, Jan-Willem y yo estábamos entusiasmados, felices y perfectamente serenos, gracias a la decisión que habíamos tomado el día anterior. Eso atrajo a las personas hacia nosotros como si fuésemos imanes. El personal del hotel igualmente notó nuestra actitud positiva. Cuando llegó el momento de marcharnos, nos hicieron un pasillo de honor, para agradecernos de esta manera la gentileza que les habíamos mostrado. El presidente del periódico Christianity Today nos dijo que éramos diferentes a los demás: “You shine like stars!” (“¡Brilláis como las estrellas!”)” (Eric Célérier, “Conexiones Divinas”, capítulo 44)

¡Qué experiencia tan inspiradora! ¿No te dan ganas de hacer lo mismo que Eric y Jan-Willem? ¡A mí sí! Quiero honrar a todas las personas con las que me cruce, independientemente de las circunstancias, y brillar con este amor, con esa sencillez de corazón que es tan agradable y atractiva. Además, ¡al resto de personas les encanta! =)

Amigo/a, proponte apartar de tus labios toda crítica, queja o murmuración, y sustitúyelas por alegría y bendición. ¡Dios quiere que brilles allí donde vayas!

Christian Misch
Author

Pasionado de las nuevas tecnologías y autor de "Un Milagro Cada Día", compartiendo inspiración diaria para seguir a Jesús.