💎 Amistades que crean un legado
“No me pidas que te deje y me aparte de ti; porque a donde tú vayas, yo iré, y donde tú vivas, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios será mi Dios.” (Rut 1:16)
Este es, sin lugar a dudas uno de los versículos más hermosos en la Biblia en cuanto a la verdadera amistad. Estas son las palabras de Rut a su suegra Noemí. Déjame darte un poco de contexto para entender la profundidad de estas palabras.
Noemí lo ha perdido todo. Su esposo ha muerto. Sus dos hijos también. Está en tierra extranjera, con dos nueras extranjeras. Su corazón está roto y no tiene más esperanza. Decide regresar a Belén, sola, amargada, diciendo: “Ya no me llamen Noemí (‘placentera’), llámenme Mara (‘amargura’), porque el Todopoderoso me ha llenado de aflicción” (Rut 1:20).
Y ahí, en medio de ese dolor, Rut, su nuera, hace algo impensable: renuncia a su tierra, a sus dioses, a su familia, y elige quedarse con Noemí.
Y lo más hermoso de esta historia es que Rut no solo se queda. Se compromete con su futuro, con su fe, y con su restauración. Va con ella a la tierra de Belén, se levanta a trabajar en el campo, sostiene la casa y por medio de su fidelidad, Dios comienza una historia de redención.
Mi parte favorita de esta historia es el versículo final. Cuando Rut se enamora y se casa con Booz, y ¡hasta tienen un hijo! Lo que termina restaurando la familia de Noemi. Mira lo que le decían a Noemi; “Este niño renovará tu vida y te sustentará en la vejez, porque lo ha dado a luz tu nuera, que te ama y es para ti mejor que siete hijos”.
Esto no es todavía lo que más me gusta, sino el versículo final; “Y lo llamaron Obed. Éste fue el padre de Isaí, padre de David” Rut 4:17. De repente, lo que solo era una bonita historia de amistad, sacrificio y redención, toma completamente otro sentido, porque de repente ¡está conectada con la historia de redención de toda la humanidad!
Amigo/a, esto es lo que he intentado contarte toda la semana, el amor fiel de un amigo, de una amiga, puede cambiar la historia entera.
Por eso, mi oración para ti es que nuestro buen Padre te permita la bendición de tener este tipo de amistad, una amistad del Reino, ¡una de esas amistades que lo cambian todo! Recordando sobre todo que como dice aquel antiguo himno… tú y yo tenemos un amigo que nos ama y su nombre es Jesús.
