Fecha de publicación 2 de ago. de 2021

Amigo/a, “al que venciere…”

Fecha de publicación 2 de ago. de 2021

Cuando tuve mi encuentro con Dios recuerdo que pasaba horas pensando en cómo sería el Cielo. 

Nunca antes había experimentado el amor de Dios de una manera tan clara, ni había pensado realmente en el Cielo. Siempre me había parecido un lugar distante, casi amenazante, y con un Dios que esperaba para juzgarme. Esa visión cambió radicalmente cuando le entregué mi vida a Jesús: el Cielo adquirió un sentido real para mí, y se convirtió en aquél lugar especial en el que pasaría la Eternidad con Aquél que me amaba tanto que había muerto en la cruz por mí. 

¿Tú también pensabas en el Cielo cuando Dios tocó tu vida? La Biblia dice: "Al que venciere, le daré a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios" (Apocalipsis 2:7). ¡Qué precioso tiene que ser estar en medio del paraíso y comer de ese árbol!

En el libro de Apocalipsis, Jesús da a Juan un mensaje a cada una de las 7 iglesias de Asia Menor, y termina cada uno de ellos con una bendición que dice: “Al que venciere…”. De hecho, esta primera bendición que hemos leído es la que Jesús le da a la iglesia de Éfeso, aunque antes había algo que esta iglesia tenía que cambiar para poder experimentarla: tenía que recuperar su primer amor con Dios. 

A veces nos pasa esto mismo a nosotros también: trabajamos, nos esforzamos, seguimos adelante a pesar de las adversidades… pero, sin casi darnos cuenta, dejamos de experimentar ese fuego que ardía en nuestro corazón cuando le entregamos nuestra vida al Señor. Reemplazamos la cercanía con Él por compromisos y tareas, y eso nunca es sabio. 

Es por eso que Jesús le dice a esta iglesia: "Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras..." (Apocalipsis 2:5)

Amigo/a, hoy es el día para que seas refrescado en ese primer amor que experimentaste al principio con Dios. Toma un tiempo para recordar y revivir esos momentos tan preciosos del principio, mientras le abres tu corazón al Señor completamente. Deja que los pensamientos de Dios y del Cielo vuelvan a avivar la llama en tu vida, mientras recuperas algunas de las “primeras obras”, de esas buenas costumbres que tenías al principio, tales como quizá leer la Biblia por horas o pensar en Dios mientras paseas. 

El primer amor en tu vida está esperando ser avivado. ¡No le hagas esperar más!

Christian Misch
Author

Pasionado de las nuevas tecnologías y autor de "Un Milagro Cada Día", compartiendo inspiración diaria para seguir a Jesús.