☝🏻 Al final solo una cosa es necesaria
Llegamos al final de esta serie, y mi oración es que en estos días hayas podido reflexionar sobre lo que es verdaderamente necesario en tu vida. Pero no seas muy duro/a contigo: la realidad es que yo también lucho cada día por no cambiar lo necesario por lo cómodo, lo superficial y lo fácil.
Y para cerrar, quiero llevarte a una escena que, creo, resume todo lo que hemos visto: un momento donde Jesús usó la frase “me es necesario”, pero esta vez no hablaba de sí mismo, sino de alguien más.
Jesús estaba en casa de sus amigos Lázaro, María y Marta. Marta corría de un lado a otro, intentando tener todo perfecto para recibir al Maestro: la casa limpia, la comida lista, cada detalle en orden. Todo eso era bueno… pero la estaba dejando agotada. Mientras tanto, María simplemente se sentó a los pies de Jesús, escuchando Su voz y disfrutando de Su presencia. Permíteme poner la escena completa, tal como la narra la Biblia, porque es una escena hermosa:
“Aconteció que, yendo de camino, entró en una aldea; y una mujer llamada Marta le recibió en su casa. Esta tenía una hermana que se llamaba María, la cual, sentándose a los pies de Jesús, oía su palabra. Pero Marta se preocupaba con muchos quehaceres, y, acercándose, dijo: Señor, ¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude. Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. Pero solo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada.” (Lucas 10:38-42, RVR60)
Jesús sabía las cosas que eran necesarias en Su vida. La Biblia nos muestra alrededor de nueve ocasiones en las que Él dijo estas palabras. Sin embargo, hasta donde yo sé, solo hay una ocasión en que lo dijo refiriéndose a alguien más.
Lo que Jesús está diciendo a Marta te lo dice a ti y a mí también:
Solo una cosa es necesaria.Solo una cosa nadie te podrá quitar.Solo una cosa da sentido a todo lo demás: estar a los pies del Maestro.
Esa es mi oración por ti, mi amigo/a: que aprendas a disfrutar y anhelar la presencia de Jesús; que lo busques no solo con tus palabras, sino con tu corazón; que tu vida esté marcada no por la prisa, sino por la presencia.De esta manera podrás vivir las palabras de ese hermoso himno:
Pon tu mirada en Cristo,Tan lleno de gracia y amor;Y lo terrenal, sin valor será,A la luz del glorioso Señor.
Gracias por acompañarme esta semana. Dios te bendiga, Amigo/a.