Fecha de publicación 19 de oct. de 2020

Amigo/a, ¿“acusica”? 🙇🏻‍♀️

Fecha de publicación 19 de oct. de 2020
¿Alguna vez te has sentido acusado, bien sea por tu conciencia o por los demás? Los niños tienen mucha tendencia a señalar los fallos de los demás. Recuerdo, de hecho, que cuando era pequeño había un término especial que empleábamos en la escuela para aquellos niños que solían acusar a los demás: les llamábamos “acusicas”. Era común en las discusiones escuchar la frase “¡eres un acusica!”, junto a otras frases tan típicas de la niñez, tales como “ya no te ajunto”. ¡Qué tiempos aquellos! ¿Verdad? =) En realidad, el tema de la acusación es algo que empieza siendo un juego de niños, pero que se convierte en un problema muy serio en la medida en la que crecemos. La acusación y la condenación son un arma del enemigo que puede afectarnos en todas las áreas de nuestra vida, y que tenemos que aprender a combatir con las armas de justicia que Dios pone en nuestras manos.  La Biblia dice: “Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús” (Romanos 8:1). ¡Sí, Amigo/a, la acusación y la condenación no tienen cabida en tu vida! A lo largo de estos días, voy a compartir contigo 7 claves que te ayudarán a combatir de manera efectiva contra ellas, y así permanecer fuerte en la identidad que Dios te ha dado. ¿Estás listo(a)? “Señor, gracias por Tu amor tan increíble que no nos acusa ni nos condena. Gracias porque has perdonado nuestros pecados, a tal punto que es como si ya no existiesen, como si nunca los hubiésemos cometido. Gracias por Tu perdón y por Tu amor que nos transforma cada día. Ayúdanos durante esta semana a aprender más a combatir cualquier forma de acusación y condenación en nuestras vidas, para que podamos permanecer fuertes en Tu verdad. En el Nombre de Jesús. ¡Amén!” Disfruta de este día en la Presencia de Dios. 

No lo olvides nunca: ¡Eres un Milagro!

Christian Misch
Author

Pasionado de las nuevas tecnologías y autor de "Un Milagro Cada Día", compartiendo inspiración diaria para seguir a Jesús.