🚪 Abre Puertas

¿Sabías que las ovejas reconocen la voz de su pastor y lo siguen? Aunque no tienen gran inteligencia ni una vista aguda, su capacidad de obedecer a quien las cuida es lo que las mantiene a salvo. ¡Qué imagen tan poderosa para nuestra vida espiritual!
Nosotros también tenemos un Pastor que nos habla, pero a diferencia de las ovejas, muchas veces luchamos con la obediencia.En un mundo que valora hacer lo que uno quiere, obedecer a Dios puede parecer anticuado y difícil. Pero Jesús lo deja claro: hay bendición en escuchar y obedecer. Jesús dijo: “Dichosos más bien, contestó Jesús, los que oyen la palabra de Dios y la obedecen.” (Lucas 11:28, NVI)
Obedecer no siempre es fácil. A veces nuestras emociones, las circunstancias o incluso nuestras dudas nos empujan a hacer lo contrario. Pero cada vez que elegimos seguir la voz de Dios, abrimos la puerta a Su bendición, a Su paz, a Su dirección y a Su protección.
Escuchar Su palabra y ponerla por obra es una respuesta amorosa al Dios que nos amó primero. Cuando lo hacemos, nuestra vida comienza a alinearse con el cielo. Y en esa alineación, comienzan a brotar frutos de gozo, sabiduría, provisión y favor.
No se trata de perfección, sino de vivir una vida rendida cada día, de tener un corazón dispuesto, sensible a Su voz y decidido a seguirla.Te invito a orar conmigo hoy: “Señor, gracias por Tu palabra que me guía con amor. Hoy elijo obedecerte, confío en Ti y sé que tus caminos son mejores que los míos. Ayúdame a reconocer Tu voz por encima de todas las demás, y a seguirte con un corazón rendido. Quiero vivir en la bendición que viene de caminar contigo. En el nombre de Jesús. Amén.”

