🫂 Abraham el amigo de Dios

“Así se cumplió la Escritura que dice: Creyó Abraham a Dios y esto se le tomó en cuenta como justicia, y fue llamado amigo de Dios.” Santiago 2:23 (NVI)
Llegamos al final de esta serie sobre la vida de Abraham y lo que esta nos enseña. Y quiero terminar con esto: para mí lo más hermoso de toda la historia de Abraham es esta frase con la que lo describe Santiago… amigo de Dios.
Amigo/a, al final del día, puedes haber logrado grandes cosas en tu vida, como lo hizo Abraham, puedes llegar a ser sumamente rico, como lo fue Abraham, puedes tener una enorme descendencia, y un gran legado, como lo tuvo Abraham. Pero de todo lo que Abraham logró, de todo lo que Abraham tuvo y de todo lo que Abraham experimentó en su vida, esto es lo más importante. ¿Sabes por qué? Porque al final del día, esto es lo que se va a llevar a la eternidad, su relación con Dios.
Desde el principio, Abraham caminó con Dios, creciendo en relación, creciendo en amistad. Le habló con honestidad, lo obedeció aun cuando no entendía, preguntó cuando tenía dudas, discutió con Él, y hasta intercedió por otros (como por Sodoma). Su vida fue un diálogo continuo con Dios.
Eso es lo que hace un amigo. No vive en silencio ni se esconde, se comunica, camina al lado, comparte la vida. Y, ¿sabes qué lo más hermoso? Ese mismo tipo de relación está disponible para ti.
Dios no quiere que lo conozcas solo de oídas. Él quiere caminar contigo como lo hizo con Abraham. Porque mi amigo, mi amiga, al final del día esto es lo único que vas a llevar contigo a la eternidad, cuánto disfrutas, cuanto anhelas, cuanto gozo tienes en tu relación con Dios.
Es como dijo un pastor, si hoy no estás disfrutando de tu relación con Dios, si hoy no quieres pasar tiempo con él, que te hace pensar que vas a querer hacerlo en la eternidad.
Por eso hoy, más que buscar grandes resultados, o buscar acumular riquezas, o buscar el éxito o el legado, busca una amistad profunda con tu Creador. Porque no hay mayor título, no hay mayor éxito que este: ser llamado amigo de Dios.
Permíteme orar por ti: Señor gracias porque por medio del sacrificio de Jesús hoy podemos alcanzar lo que Abraham alcanzó, ser llamados tus amigos. Mi oración en este día, es que despiertes en la persona que está leyendo o escuchando este devocional un anhelo, un deseo que arda en su corazón como un fuego, por conocerte cada vez más, por amarte cada vez más por encima de todo, y que pueda caminar a tu lado como un amigo/a. Amén.

