🤍 Aún en Sodoma, hay esperanza
Hemos llegado al último día de esta serie, donde reflexionaremos acerca del último peligro de acampar cerca de Sodoma. Quizá, este sea el más destructivo: Creer que es demasiado tarde para regresar… cuando aún puedes ser rescatado.
Amigo/a, hoy quiero decirte esta tremenda verdad, mientras haya aliento en ti, estás a tiempo de arrepentirte, estás a tiempo de volver a los brazos del Padre. Nunca es demasiado tarde si decides volver. Aun en Sodoma, Dios te sigue buscando con amor. Y si le entregas tu mano… Él te sacará de ahí.
Lot lo tenía todo en contra: se había instalado en Sodoma, sus decisiones lo habían debilitado, su entorno lo había absorbido. Pero incluso allí, la misericordia de Dios lo alcanzó. ¡Dios envió ángeles a rescatarlo! Eso es lo increíble del corazón de Dios. Aun cuando tú y yo nos equivocamos, Él viene a nuestro encuentro. Aun cuando caminamos en la dirección opuesta, Él sigue buscándonos.
Y sí, Sodoma fue destruida… pero Lot fue salvado. No por merecerlo, sino por la pura gracia de Dios.
Me encanta la canción Amor sin condición, por las verdades que encierra. Mira estas líneas, llévalas a tu corazón como fuentes de esperanza, como un faro en la oscuridad, y ten por seguro que sin importar en cual Sodoma te encuentres, aún hay esperanza…
"No hay sombra que no alumbresMonte que no escalesPara encontrarme a míNo hay pared que no derrumbesCadena que no rompasPara encontrarme a mí"
Genesis 19:15 nos cuenta como Dios rescato a Lot; "Al amanecer, los ángeles insistieron con apuro a Lot: ‘¡Date prisa! Toma a tu esposa y a tus dos hijas que están aquí. ¡Vete ahora mismo o serás arrastrado en la destrucción de la ciudad!’"
Así es la misericordia de Dios que te grita con amor: “¡Sal de ahí! ¡Corre! No te quedes ni un minuto más en ese lugar que te destruye.” Corre a mis brazos, dice el Señor, te estoy esperando con el corazón abierto y los brazos extendidos.
Amigo/a, quiero terminar esta serie con este mensaje para ti: No plantes tu tienda cerca de Sodoma. Mejor decide, cada día, caminar un paso más cerca de Dios.
"Pero Dios es tan rico en misericordia y nos amó tanto que, a pesar de estar muertos por causa de nuestros pecados, nos dio vida cuando levantó a Cristo de los muertos. ¡Es solo por la gracia de Dios que ustedes han sido salvados!" Efesios 2:4–5
