😩 Aún en el momento más difícil
¿Te has sentido alguna vez como si ya no pudieras más?Te entiendo. Estoy viviendo uno de esos momentos en los que parece no haber salida, cuando la fe es puesta a prueba y el corazón se siente cansado.
Y, aun así, en medio de esta tormenta, decido dar gracias, porque dar gracias en medio del dolor es una de las formas más profundas de adoración. Es decirle a Dios: “Aunque no lo entienda, sigo confiando en Ti”.
La Palabra dice que Dios no desprecia un corazón contrito y humillado (Salmo 51:17). Al contrario, está cerca de quienes claman a Él desde lo más profundo.
Este es el momento para recordar de dónde nos sacó el Señor, para traer a la memoria su fidelidad: esa que no cambia, que permanece aun cuando todo parece derrumbarse.
Él nunca prometió una vida sin dificultades, pero sí prometió estar con nosotros todos los días, hasta el fin del mundo.
Amigo/a, el agradecimiento abre los cielos. Tiene poder para transformar la tristeza en esperanza y el miedo en confianza. Porque, cuando damos gracias aun sin ver el resultado, le estamos diciendo a Dios: “No importa lo que pase, sé que Tú sigues siendo bueno”.
Y es en esa certeza, en esa confianza probada por el fuego, donde nuestra fe se fortalece y aprendemos que, incluso en el momento más difícil, Dios sigue siendo fiel.
Su Palabra dice en Habacuc 3:17-18 (NVI): “Aunque la higuera no florezca, ni haya frutos en las vides,aunque falte el producto del olivo y los campos no den alimento; aunque las ovejas sean quitadas del redil y no haya vacas en los corrales, aun así, yo me alegraré en el Señor, me gozaré en el Dios de mi salvación”.
En medio del dolor, la espera o la incertidumbre, recuerda: Él es tu Dios, y puedes descansar en su tierno amor por ti.
