👐🏻 Ya no eres siervo

¿Compartes con tu jefe tus secretos, sueños o planes para el futuro? Sería muy inusual, ¿verdad? De la misma manera, es poco probable que tu jefe te confíe sus planes o secretos más íntimos.

Fíjate, Jesús nos muestra la diferencia entre un siervo y un amigo. El siervo obedece sin entender plenamente el propósito, o el plan del amo. Sin embargo, un amigo es alguien con quien compartimos nuestros pensamientos, planes y sueños.

Amigo/a, Jesús nos llama amigos, porque te ha mostrado sus planes y el corazón del padre por ti. Un siervo no conoce los planes de su Señor, un amigo tiene acceso a todo. 

Mira lo que dice su palabra en Juan 15:14-15 (RVR1960): “Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer.”

En otras palabras, si haces lo que Él dice, entonces eres su amigo/a. Personalmente, he comprendido que la obediencia es el reflejo de un corazón transformado por su amor, un corazón que anhela vivir de acuerdo a su voluntad. Porque, al vivir así, honro a mi Dios, quien lo dio todo por amor. 

Además, como amigos, nos ha revelado los misterios del Reino de Dios, compartiendo con nosotros su verdad y propósito. Y ahora, tienes el privilegio de participar en su misión de amor y redención para el mundo. 

Tómate un momento para meditar en esta palabra hoy. Ora al Señor agradeciéndole por llamarte amigo y revelarte sus planes para ti.

Oremos juntos: “Señor Jesús, que privilegio es ser llamado tu amigo, anhelo profundizar mi relación contigo y conocer tus planes. Reflejar tu corazón y extender tu reino juntos. En tu nombre Jesús. Amén”