Tienes un hermano mayor…

¿Tienes hermanos? Yo soy hijo único, pero siempre me ha gustado observar la relación que mis amigos tienen con sus hermanos. Me encanta ver cómo suelen tener un parecido, tanto físico como en su forma de ser. 

¿Alguna vez habías pensado en Jesús como tu hermano mayor? Piénsalo por un momento: Él es Dios Eterno, pero a la vez se hizo hombre, y es el Hijo de Dios. Es debido a Él que nosotros también podemos ser hechos “hijos de Dios”, y, por tanto, sus hermanos. De hecho, la Biblia dice que Jesús “no se avergüenza de llamarlos hermanos, diciendo: Anunciaré a mis hermanos tu nombre, en medio de la congregación te alabaré” (Hebreos 2:11-12).

Los hermanos mayores, de hecho, son los que abren el camino al resto de hermanos, y son una referencia para ellos. Eso es exactamente lo que hizo Jesús: Él nos abrió el camino, y es nuestra inspiración máxima, el ejemplo de cómo debería ser nuestra vida. Él es el Rey que vino a servir, y a dar Su vida para salvar a Su pueblo. Él es el Sacerdote que renovó el sistema del Antiguo Pacto, al dar Su vida misma en sacrificio por todos en la cruz, para que pudiésemos tener una relación viva con el Padre. 

Querido/a amigo/a, tienes la misma naturaleza de Jesús. Eres llamado a manifestar Su realeza en tu vida por medio del servicio y del amor a los demás, y a ministrar a los que te rodean para que tengan una mayor comunión con Dios. 

¡No dejes nunca que el enemigo te robe tu llamado, ni tu identidad en Cristo! 

Eres un/a hijo/a de Dios, y estás revestido/a de Su autoridad y de Su realeza para traer el Cielo a la tierra. No eres un fracaso, ni una vergüenza para Él: al contrario, Él te recubre con Sus ropas de santidad, y te corona con Su gracia y Su misericordia, para que puedas ir tú también y anunciar Su precioso Nombre al resto de las personas. 

Sí, Él te ama como a un hermano