Sin caída y sin mancha

A lo largo de esta semana hemos visto algunas de las estrategias que el enemigo usa para intentar desviarnos del camino, y cómo podemos hacer para contrarrestar sus efectos en nuestra vida. 

La Biblia dice que Dios “es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría…” (Judas 1: 24) ¡Esta es una promesa extraordinaria!

Hoy vamos a ver una última clave que te ayudará, no solo a no desviarte, sino a vivir, además, una vida cristiana fuerte, que hará que las tinieblas salgan huyendo de ti: esa clave es la diligencia.

El apóstol Pedro nos dice que tenemos que ser diligentes en añadir los siguientes elementos a nuestra fe (2 Pedro 1:3-11):

• Virtud, el deseo de obrar de corazón
• Conocimiento de las Escrituras, entendimiento
• Dominio propio, para no dejarnos llevar
• Paciencia en todas las circunstancias
• Afecto fraternal hacia el resto de personas
• Amor

Puedes pensar que son muchos elementos, pero muy seguramente algunos de ellos ya los tienes, ya que son un fruto del Espíritu Santo en ti. La pregunta que deberías hacerte es: ¿cuáles de estos elementos no suelen manifestarse en tu vida? ¿Te falta quizá paciencia, o amor hacia los demás? ¿Necesitas tal vez más entendimiento, o más conocimiento de Su Palabra?

Tu diligencia para ir incorporando estos elementos a tu vida y seguir creciendo en Dios, confirmará tu identidad en Cristo, y marcará una diferencia enorme en tu vida. De hecho, el apóstol termina diciendo que “haciendo estas cosas, no caeréis jamás. Porque de esta manera os será otorgada amplia y generosa entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo” (v. 10-11). ¡Wow, es una promesa tan impresionante!

Querido/a amigo/a, ¡sé diligente para vivir tu fe de una manera más real cada día! En Jesús tienes la capacidad de crecer y de aprender a sortear todas las estrategias de las tinieblas contra tu vida, para así permanecer fuerte, sin caída y sin mancha. ¡Dios tienes cosas preciosas preparadas para ti!

Brilla con la luz del Señor en este día,