¡Mantente firme, no cedas!

La gracia de Dios en nuestra vida nos permite obtener victoria contra los planes de las tinieblas. Es por eso que el enemigo siempre trata de atacarnos con todo tipo de mentiras, para que a través de ellas nos alejemos de esa gracia sin casi darnos cuenta.  

Esta es la alerta que nos da la Biblia: “Mirad los unos por los otros, para aseguraros de que ninguno pierda la revelación de la gracia de Dios. Y aseguraos de que nadie tenga una raíz de amargura creciendo en su interior, porque eso solo causará problemas y envenenará el corazón de muchos” (Hebreos 12:15, traducido de TPT).

Esa es la estrategia de las tinieblas: que perdamos la revelación de la gracia de Dios, para así poder debilitarnos, y que nos llenemos de resentimiento y amargura. 

Déjame ponerte de nuevo un ejemplo. Imagínate que Alejandro se encuentra ahora mismo en un momento óptimo a nivel espiritual: se siente cerca del Señor, está fuerte espiritualmente, le sirve en diferentes áreas… 

Un día, sin embargo, descubre que un muy buen amigo suyo de la iglesia lleva ya un tiempo criticándole y diciendo todo tipo de mentiras a sus espaldas para ensuciar su nombre. ¡No se lo puede creer! El enfado, la ofensa y la amargura empiezan a llenar su corazón. Se siente herido, traicionado. Empieza a desconfiar de las personas, su carácter se vuelve más duro, y empieza a ser más crítico en sus conversaciones…

Alejandro se ha dejado desestabilizar por una situación inesperada. Debería haberse agarrado a Dios más que nunca en esos momentos, pero, en lugar de fortalecerse en la gracia, es su lado más humano el que ha predominado. Ha dejado la gracia de Dios a un lado, y ahora está herido, enfadado, y además está transmitiendo esa amargura a su alrededor, afectando a otras personas. ¡Que gran victoria para las tinieblas! =(

Querido/a amigo/a, ¡que ninguna situación o mentira de las tinieblas te haga caer de la gracia! ¿Hasta qué punto te sientes hoy lleno de la gracia de Dios? Pídele al Señor más de Su gracia sobre tu vida, y aférrate a ella con todas tus fuerzas, sobre todo en los momentos de prueba. ¡El Señor está a tu lado para darte victoria contra las tinieblas!