¿Eres un buen “ciervo”? ?

¿Te consideras un siervo/una sierva de Dios?

En la iglesia, es típico llamar “siervos de Dios” a aquellos que se esfuerzan en colaborar a desarrollar las actividades de la iglesia. Muchas personas, de hecho, se refieren a los pastores y sacerdotes como “grandes siervos de Dios”, en un intento por elogiar la gran labor de servicio que realizan. ¡En ocasiones, a mí me han llegado a llamar “ciervo” de Dios! =)

Servir a Dios es una de las cosas más preciosas que podemos hacer, y de la que más sentido dan a nuestra vida. Sin embargo, mira lo que dijo Jesús a Sus discípulos: “Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer” (Juan 15:15).

Sí, servimos a Dios, pero para Él no somos unos meros sirvientes: somos Sus hijos, Sus amigos más cercanos, y Él se deleita dándonos a conocer las cosas que hay en Su corazón. Es más, has sido llamado(a) a reinar junto con Él, ya que, como dice la Biblia, Jesús nos ha hecho “reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra” (Apocalipsis 5:10). ¡Wow! Piénsalo por un momento: ¿realmente sientes en ti esa realeza? ¿Te puedes imaginar cómo serás cuando estés ya en el Cielo?

Mi querido(a) amigo(a), has sido llamado(a) a reinar junto a Jesús. Y no solamente cuando llegues al Cielo, sino aquí y ahora eres llamado a extender el Reino de Dios en tu día a día, a través de tu fe, de tu amor, de tu gentileza, de tu valentía… ¡Es tiempo de que seamos más conscientes de nuestra identidad en Cristo! Oro para que el Señor te ayude a verte más con Sus ojos, y a caminar cada día en Su bendición. 

Hemos llegado al final de esta serie. ¡Deseo que haya sido de gran bendición para tu vida! No olvides descargar a continuación la Guía de Estudio que he preparado. En ella encontrarás un resumen de las 7 claves que hemos analizado a lo largo de estos días, y preguntas para la reflexión, que te ayudarán a profundizar más en este tema. Puedes descargarla haciendo clic en este enlace. 

¡Eres un Milagro!
Christian Misch