Amigo/a, 🫂 ¡Ven AquÃ!
Amigo/a, ¿puedes escuchar su llamado? ¡Él te dice ven aquí!
El mejor momento para refugiarte en sus brazos, es cuando las exigencias de la vida cotidiana te abruman, y te hacen sentir agobiado/a.
Acércate a Jesús y Él vendrá hacia ti; El camino ha sido largo, deja ir todo el peso porque en Su presencia no hay caos ni confusión. No se trata de lo que ves, sino de lo que crees.
¡Jesús ama tu voz! Recuerdo que durante la pandemia, cuando todo era caótico y confuso, sentí miedo ante la incertidumbre del futuro. Decidí retirarme a solas con Él, fue entonces cuando experimenté cómo el cielo mismo guardó silencio, como si todo se detuviera para prestar atención a mis palabras, ¿¡te puedes imaginar conmigo algo así!? En ese instante, experimenté un amor tan profundo y reconfortante.
Cuando elevas tu oración al cielo, el mismo se envuelve en un silencio especial para escuchar tu voz; esto ilustra cuán importante eres para el Padre celestial.
Mira lo que dice su palabra en 1 de Pedro 5:7 (RVR1960): “echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.” Puedes echar todo lo que te preocupa en sus manos, comienza a practicarlo, cuando des ese paso de fe serás testigo de lo que parecía imposible.
Si aún no has experimentado una relación con este maravilloso Jesús, tal vez, este sea el momento perfecto para entregarle tu vida, y depositar todas tus preocupaciones en Él.
Amigo/a, ¡déjate amar por Jesús!
Te invito a que durante los siguientes cinco minutos expreses agradecimiento con fe por las respuestas que recibirás respecto a aquellas cosas que te preocupan.
Oremos: "¡Gracias Jesús! eres fiel, nunca fallarás, se que en la tempestad estás conmigo, decido creer. ¡Gracias por amarme! Si te tengo a ti, tengo todo lo que necesito. ¡Te amo! Amen."