➡️ ¡Va más allá!
¡La fe en Dios va mucho más allá que solo creer en Él!
Este versículo ha impactado profundamente mi vida. Santiago 2:19 (RVR1960) dice: “Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan.”
Su palabra es clara y contundente: no basta con creer que Dios existe. Incluso los demonios creen… y tiemblan. Ellos no solo reconocen su existencia, sino también su poder y autoridad, y por eso tiemblan ante Él.
Amigo/a, la fe auténtica va mucho más allá de un conocimiento intelectual. Decir “creo en Dios” no es suficiente si esa fe no transforma tu manera de vivir. No se trata simplemente de aceptar que Dios es real, sino de rendirle tu vida.
Hay una gran diferencia entre decir “sí, creo en Dios” y vivir como alguien que se aferra a Él, confía en Sus planes, se somete a Su voluntad y actúa conforme a Su palabra.
Creer verdaderamente implica rendirse por completo.
Es como entregarle a alguien las llaves de tu casa y confiar en que la cuidará mejor que tú. Es decirle a Dios: “Mi vida es tuya. En tus manos está más segura que en las mías. Dependo de Ti.”
La fe que salva no es la que reconoce a Dios desde lejos, sino la que lo abraza y se deja transformar por Él. Amigo/a, hoy es un buen momento para hacer una pausa y preguntarte: ¿Estoy viviendo una fe que solo cree, o una fe que confía, obedece y se entrega?
¿Te gustaría pedirle al Señor una fe que no sólo cree, sino que transforma de verdad?
Pidamos juntos: “Señor Jesús, no quiero una fe vacía, hecha solo de palabras. Anhelo una relación y fe viva, que transforme mi corazón y se refleje en todo lo que soy: en lo que pienso, digo y hago. En tu nombre Jesús. Amén.”
