Amigo/a, ✨ Únete a las huestes celestiales
Intro · Bienvenida · Milagro · Reflexión · Alabanza · Oración
En este segundo día, quiero analizar la letra "A" de la palabra "NAVIDAD". Esta letra hace referencia a la Adoración.
Sí, la adoración fue la respuesta del Cielo cuando Jesús vino al mundo.
De hecho, la misma noche en la que Jesús nació, un ángel se apareció a unos pastores que estaban por la región con sus rebaños para avisarles sobre el nacimiento de Jesús.
Y con él hubo "una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y decían: ¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!" (Lucas 2:13–14).
La Biblia dice que los ángeles "anhelan mirar" en todas las cosas que tienen que ver con la Salvación (1 Pedro 1:12). ¡Es algo tan increíble para ellos que Su Rey y Señor decidiese tomar forma de siervo y venir a dar Su vida en rescate por nosotros!
No es de extrañar que el Cielo entero clamase con gran gozo al ver cómo Jesús había nacido en este mundo, y cómo el Plan de Salvación, profetizado varios siglos atrás, se había finalmente puesto en marcha.
Estas huestes celestiales proclamaban ya lo que iba a ocurrir a través de la vida y muerte de Jesús:
- Las personas íbamos a encontrar el favor de Dios, Su gracia redentora por medio de Jesús.
- Jesús iba a sufrir nuestro castigo, para que nosotros pudiésemos recibir Su Paz eterna
- Y, como consecuencia de todo ello, el Nombre de Dios iba a ser glorificado por toda la eternidad.
Amigo/a, ¡únete hoy a las huestes celestiales, y adora a Aquél que lo ha dado todo por salvarte!
Deja que, de tu corazón, salgan expresiones de gratitud y adoración a Dios en este mismo momento. ¡Él es digno!