💌 Una Hermosa Invitación
Santificado sea tu nombre… ¡Qué frase tan profunda, misteriosa y complicada de entender en nuestros tiempos. Quizá para entenderlo mejor es importante verlo a la luz de la oración completa.
El Padre Nuestro, este modelo de oración, que a su vez es una invitación a crecer en nuestra intimidad con Dios. Después de la línea de apertura que, como veíamos ayer nos ayuda a reconocer quienes somos y ante quién estamos, pasa a dividirse en 6 peticiones, y estas son;
1. Santificado sea tu nombre.
2. Venga a nosotros tu reino.
3. Hágase tu voluntad.
4. Danos hoy nuestro pan de cada día.
5. Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros hemos perdonado a nuestros deudores.
6. No nos dejes caer en la tentación sino líbranos del mal.
Cada petición es como un mapa que nos muestra el camino a esa intimidad con nuestro Padre celestial. Las primeras tres tienen que ver con los propósitos y planes de Dios en esta tierra y las siguientes 3 tienen que ver con nuestras necesidades del día a día. Y la primera petición es la más grande y hermosa de todas. Lo que el Padre Nuestro nos está invitando a pedir cada día, es que nuestro corazón aprenda a reconocer, apreciar, honrar y atesorar la santidad de Dios.
Amigo/a, ¿cuándo fue la última vez que tomaste un tiempo para pedir a Dios que te muestre su santidad, su belleza, su valor, y su grandeza? Esto es lo que Jesús está diciendo que hagamos, que oremos cada día para que su nombre sea reconocido, exaltado y honrado como santo.
Yo debo reconocer que muchas veces he fallado en mis oraciones, ¡en lo más importante! No tengo problemas para pedir por el pan diario, o por perdón de mis fallas, y definitivamente no tengo problemas para pedirle que me ayude a alejarme de la tentación.
Pero esta petición, que me ayude a reconocer, apreciar y exaltar su santidad, muchas veces lo dejo de lado.
Por eso me encantan los salmos, porque en ellos puedo ver la intimidad que tenía David con Dios, y cómo de este corazón rendido a Él, fluía una hermosa adoración a Dios, a su santidad y hermosura. Si quieres ver un ejemplo te animo a leer el salmo 145, y a usarlo como parte de tu oración y de tu adoración.
Mi oración hoy por ti es; que el anhelo de tu vida y de la mía, sea que todos reconozcan la santidad, perfección, belleza, grandeza de Dios y todo lo que él es para nosotros en Jesús, amén.