📅 Un día a la vez

Una joven recién llegada a un país extranjero, recién casada, sin conocer el idioma ni a la familia de su esposo, ilusionada y también con miedo, se preguntaba cómo enfrentaría los desafíos del futuro. Se llenó de preocupación ante la idea de aprender el nuevo idioma, conducir en esas grandes carreteras y conseguir un empleo. Tanto fue la carga mental que las lágrimas comenzaron a correr por su rostro. ¿Te has sentido así alguna vez?

Sabes, esa joven era yo. Recuerdo estar sentada en el living de mi casa, y su voz me susurró: "Un día a la vez, así vivirás a partir de ahora". Luego, me recordó lo que está escrito en Mateo 6:25 (RVR1960): “Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?”.

Amigo/a, después de varios años, esa joven, al mirar hacia atrás, puede decirte con mucha seguridad: Dios ha sido fiel. Ha superado cada obstáculo que enfrentó, porque un día decidió creerle a Dios. Escucha: Jesús nunca te dejará ni te desamparará. Él te da la victoria en cada situación. Lo único que tienes que hacer es enfocarte en Él y confiar. Y sin duda,  verás suceder milagros delante de tus ojos.

Entonces, si te sientes abrumado/a por todos los desafíos que enfrentas o tienes por delante, quiero decirte: no te afanes, vive un día a la vez. Cuando dejé de afanarme por el mañana y le entregué a Dios todas mis preocupaciones, comencé a experimentar su paz. Amigo/a, Él anhela que tú también la experimentes.

Por eso, esta semana hablaremos sobre cómo experimentar su paz. ¿Estás listo/a para dejar tus preocupaciones a sus pies?

¡Mi amado Dios sin duda, cuida de ti!