Amigo/a, 😍 Un corazón despierto
Amigo/a, Permíteme transportarte por un instante a la vida de José, el soñador. Dios le comunicó a través de dos sueños, que él llegaría a ser una figura tan importante que incluso sus hermanos le tendrían que reverenciar. Este relato se encuentra en Génesis 37 (RVR1960) en el versículo 7 leemos: "He aquí que atábamos manojos en medio del campo, y mi manojo se levantaba y permanecía enhiesto, mientras que vuestros manojos lo rodeaban e inclinaban sus tallos al mío".
Después de haber sido vendido por sus propios hermanos y posteriormente encarcelado injustamente durante trece años, José experimentó una serie de desafíos que podrían hacer que cualquiera se sienta desanimado/a. Si algo así ocurriera en mi vida, es probable que me sintiera sumamente desalentada, enterrando mis sueños y creyendo que nunca se harían realidad.
Sin embargo, la historia de José toma un giro sorprendente. Más adelante, en el libro de Génesis, se narra que llegó a ser gobernador de Egipto ¿la razón? Su corazón estaba despierto y receptivo a los sueños que Dios había depositado en él.
La lección para nuestras vidas es poderosa: la intimidad con Dios nos sensibiliza a los susurros de su corazón, José no permitió que las adversidades apagasen la llama de sus sueños; en cambio, mantuvo su corazón despierto a la voz divina, permitiendo que sus sueños florecieran en la realidad.
José no solo comprendió que Dios estaba involucrado en el asunto, sino también que su realización no estaba destinada únicamente a su beneficio personal. Reconoció que estos sueños tenían un propósito mayor: bendecir a otros. Al final, la meta fundamental siempre es la misma: expandir el reino de Dios y su justicia.
Amigo/a, ten en cuenta que Dios depositó esos sueños en ti con la intención de que te conviertas en un canal de bendición, capaz de transformar el entorno en el que te encuentras.
Oremos: “Señor, aviva nuestro corazón para estar atentos a tus susurros divinos, guiándonos hacia los sueños que has diseñado para nosotros, y así podamos impactar al mundo. ¡Gracias Jesus! En tu nombre, amén.”
¿Estás listo/a para ello?