Amigo/a, ¿te sientes débil?
Si hay una cosa que me gusta hacer en la vida es tener nuevas ideas. Me encanta desarrollar nuevos proyectos, trabajar en las diferentes fases y organizarlo todo para que al final el resultado sea impactante.
A lo largo de mi vida me he dado cuenta de que, las veces en las que me creo más autosuficiente y en las que pienso que tengo las cosas claras, es generalmente cuando más fallos cometo. Por el contrario, cuando soy consciente de mi falta de conocimiento y busco activamente información y consejo con humildad, es cuando mejor me salen las cosas.
Creo que a veces no somos conscientes de nuestra necesidad de Dios, y eso nos priva de experimentar el poder de Dios en nuestra vida. El apóstol Pablo dice en la Biblia en relación a Dios: “Y me ha dicho: “Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad”. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo” (2 Corintios 12:9).
Sí, yo he experimentado esta realidad constantemente a lo largo de mi vida. Me gustaría decirte que mi vida ha sido exitosa, próspera, sin complicaciones, sin errores, sin angustias…, pero la realidad es que he tenido que enfrentar constantemente desafíos, problemas, luchas, imperfecciones, fallos... Es en medio de mi debilidad en todas esas adversidades donde he podido experimentar más que nunca la gracia y el poder de Dios en mi vida.
Amigo/a, es en esa necesidad de Dios, en esa hambre y humildad por Él, en las que podemos experimentar Su increíble poder en nuestra vida. Si te sientes débil, ¡puedes llenarte ahora mismo del poder de Dios! Solo empieza a pensar en Dios, en el Cielo, en Su Presencia… y sencillamente dale gracias por Su amor, y por lo que va a hacer en Tu vida. ¡Déjate refrescar por el abrazo del Cielo, y mira cómo Él abre caminos ahí donde parecía imposible!
