Amigo/a, ⚙️ ¡Sé libre del sistema de este mundo!
Tras varios días analizando los versículos preliminares, hoy llegamos a uno de los versículos centrales de este pasaje, aquél que dice: “Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo…” (1 Juan 5:3)
Aquí empezamos a ver la victoria de Dios de una forma más clara. Tal es así, que este pasaje dice que TODO lo que proviene de Dios tiene la capacidad de vencer al mundo.
Lo que quizá deberíamos definir un poco mejor es qué es el mundo, para así tener más claridad. De hecho, vamos a comparar estos dos pasajes:
- El primero es el famoso pasaje de “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:16)
- Y el segundo es un pasaje de este mismo libro de 1 de Juan, escrito unos capítulos antes, que dice: “No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo” (1 Juan 2:15–16)
Ambos pasajes, de primeras, parecen un poco contradictorios, pero no lo son si consideramos que son “mundos” diferentes:
- El mundo que Dios ama son las personas, sus criaturas que habitan en este precioso planeta (al cual también se le puede llamar “mundo”). ¡Dios ama Su creación!
- El mundo que es contrario a Dios es el sistema creado por el enemigo, esa estructura, ese mundo que está lleno de deseos, de orgullo, de vanidad, el cual el príncipe de este “mundo” intenta imponernos de todas las formas posibles.
Cuando decimos que todo lo que nace de Dios vence al mundo, quiere decir que todo lo que recibimos de Él nos ayuda a romper con ese sistema de las tinieblas que está lleno de maldad, de incredulidad, de escepticismo, de orgullo, de egoísmo, de celos, de vanidad...
Amigo/a, ¡en Jesús tienes una victoria total contra todas las cosas que provienen del sistema que el enemigo quiere imponer en este mundo!
De hecho, mañana veremos más sobre cómo la fe te ayuda, no solo a salir de la forma de pensar del sistema de este mundo, sino incluso a experimentar los milagros de Dios en tu vida que son impensables para la mente, digámoslo así, “mundana” (es decir, una mente no renovada, llena del sistema de este “mundo”).
¡Creo que te bendecirá grandemente! ;)