Amigo/a, 🪪 Revístete de tu nueva identidad
Seguimos avanzando en esa renovación tan preciosa de nuestra mente y de nuestros pensamientos, y hoy me gustaría ver contigo la importancia de dejar las cosas del pasado atrás.
La Biblia dice: “No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos, y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno…” (Colosenses 3:9–10)
Ya no somos los que éramos. Ha habido un cambio, un antes y un después en nuestras vidas.
Como dice este pasaje, nos hemos despojado de esas cosas que no eran según el corazón de Dios, de ese “viejo hombre”, y ahora tenemos esta nueva identidad en Cristo de hijos e hijas de Dios.
Es muy interesante cómo lo expresa el pasaje de hoy, sobre todo la segunda parte. Vamos a analizarlo:
- El cual conforme a la imagen del que lo creó: Nuestro ser ha sido renovado por Dios, y ahora nos parecemos cada vez más a Él. De hecho, Él no tiene nada que ver con esa vieja naturaleza, sino que en Dios hay siempre esa frescura, esa renovación continua, esos ríos de agua viva… ¡y en nosotros también debe haberlos!
- Se va renovando: No es algo que pasó al principio de conocer a Dios y que ya se terminó ahí. Al contrario, es un proceso continuo, algo diario.
- Hasta el conocimiento pleno: Cuando nos renovamos en Dios y en Su verdad, lo que ocurre es que tenemos un conocimiento más profundo de la verdad. Y esa verdad nos hace libres, y nos ayuda a ser más como Dios, a vivir en ese fluir de aguas vivas y renovación continuas.
Amigo/a, ¡revístete hoy de tu nueva identidad en Cristo! No eres quien solías ser, sino que eres llamado a vivir en esa renovación continua, para que así puedas conocer cada vez más y más la verdad y las bendiciones que Dios ha preparado para ti.