🧳 Quítate el peso
Amigo/a, es tiempo de avanzar y dejar atrás todo lo que te está frenando e impide que sigas adelante.
Miremos juntos este versículo en Hebreos 12:1 (RVR1960): “Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante”.
Imagina que estás en un estadio, rodeado de una multitud de espectadores. Estos espectadores no son simples observadores; son héroes de la fe que vivieron antes que tú. Entre ellos están: Abraham, Moisés, David, Rahab y muchos más, todos allí para animarte. Ellos ya corrieron su carrera y ahora ¡te animan a ti a seguir adelante!
La vida cristiana se asemeja a una carrera de resistencia. No es una carrera rápida, sino una maratón que requiere perseverancia y paciencia. Para correr bien, necesitamos despojarnos de todo peso y del pecado que nos asedia. Estos pesos pueden ser preocupaciones, hábitos, relaciones u ofensas; cualquier cosa que nos aleje de nuestra relación con Dios y nos impida avanzar.
Despojarnos de las ofensas, la contienda, amargura y todo aquello que nos pesa no es fácil, y te entiendo porque yo también he lidiado con ello. Requiere comprender que hemos sido perdonados y ahora somos nuevas criaturas, hechos de nuevo. Te aseguro que, cuanto más creas en esta verdad, con mayor libertad y enfoque podrás correr.
Amigo/a, ¡las ofensas y el pecado son uno de nuestros peores enemigos, y tenemos que combatirlo de lo más profundo de nuestro corazón! En los próximos días, explicaremos ejemplos y claves que nos guiarán en el proceso de otorgar perdón, soltar el resentimiento y la amargura, permitiéndonos vivir en la libertad y claridad que Jesús ofrece. Recuerda que no estás solo/a, Dios está contigo en este viaje, y esa "nube de testigos" desde las gradas del cielo nos anima a seguir adelante.
¿Estás listo para comenzar?