Amigo/a, 🧽 Prepara el camino a Jesús…
Seguimos avanzando en el pasaje de esta semana, el cual continúa diciendo: “Hubo un hombre enviado de Dios, el cual se llamaba Juan. Este vino por testimonio, para que diese testimonio de la luz, a fin de que todos creyesen por él. No era él la luz, sino para que diese testimonio de la luz” (Juan 1:6-8)
Hemos visto que Dios es el Creador, y que Jesús hubiese podido venir en gloria a este mundo, pero que, sin embargo, vino como un hombre más. Solo esto le permitió cumplir su auténtico plan, que era el de darse en rescate por todos.
Lo más precioso es que participó voluntariamente de nuestra pequeñez. Él vino a este mundo como un bebé, totalmente dependiente de sus padres, y caminó como un hombre.
Como dice en las Escrituras: “Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres…” (Filipenses 2:5–7).
Y dentro de su caminar como hombre, inspiró y dejó que otros hombres le ayudasen a desarrollar Su ministerio, y a preparar así el nacimiento de la Iglesia. Uno de estos hombres clave fue Juan el bautista, el cual dio testimonio de la Luz de Jesús, y le preparó el camino para el comienzo de Su ministerio.
Dios sigue haciendo lo mismo ahora: Él quiere construir Su iglesia con la ayuda de aquellos que le aman, para que sean las personas mismas las que, en Su Nombre, deshagan las obras de las tinieblas, y traigan Su Reino aquí a la tierra.
Amigo/a, ¡Él te ama, y en Su Nombre puedes preparar el camino para que muchas otras personas sean tocadas por Su luz y por Su preciosa Presencia!
Que en este día, la luz de Jesús brille en tu vida, para que muchos la vean y sean transformados por ella.