Amigo/a, ¡pídesela a Dios! 🙌🏻
¿Te gustan los relojes? Uno de mis mejores amigos es un auténtico apasionado.
Una vez escuché esta historia: un profesor, allá por los comienzos del siglo XIX, pidió a sus alumnos que se pusiesen en fila. Delante de ellos sacó su precioso reloj del bolsillo (uno de esos relojes de plata antiguos, con cadena y cubierta), y se lo ofreció al primer alumno. “¿Lo quieres? Si lo quieres, es tuyo”. El alumno, pensando que era algún tipo de trampa con moraleja, respetuosamente declinó la oferta. El siguiente alumno de la fila hizo lo mismo, y el siguiente, y el siguiente, y así todos, excepto el más pequeño. Ilusionado, contestó a la pregunta con un rotundo “sí” y una gran sonrisa en su cara. El profesor entonces extendió su mano, le dio el reloj, y le dijo: “Es tuyo. Cuídalo, y no olvides darle cuerda a diario”. El resto de alumnos estaban estupefactos: ¡No era una trampa! ¡Ese reloj hubiese podido ser suyo si tan solo lo hubiesen aceptado!
La Biblia dice: “Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada” (Santiago 1:5). Amigo/a, Dios desea realmente darte sabiduría, y te la ofrece en este día. No es ninguna trampa: solo tienes que pedírsela, y Él te la dará generosamente, para que puedas manifestarla en cada área de tu vida.
¡Recibe hoy este regalo precioso que Él te extiende! Déjame que ore por ti: “Señor, te doy gracias por la vida de Amigo/a. Te pido que le des sabiduría en todas las pruebas y en las situaciones en las que tiene que tomar decisiones, para que pueda escuchar Tu voz y decidir adecuadamente. Gracias por Tu amor y Tu sabiduría. En el Nombre de Jesús. ¡Amén!”