Amigo/a, 🍞🍷 La mesa está lista
¿Alguna vez has ido a una comida con varios amigos y has querido sentarte junto a una persona específica, y al final no te ha quedado otro remedio que acabar sentado/a en la otra punta de la mesa, o incluso en una mesa diferente? Cuando eso pasa, ¡me da una rabia! =)
Estar en torno a una mesa compartiendo una comida y una buena conversación es algo que une. No solo nos ayuda a recuperar energías, sino que nos permite conocer más a las personas que están con nosotros, y compartir con ellas momentos especiales.
Tras unos días muy intensos, Jesús se encontraba con sus discípulos, cenando con ellos. Esa noche iba a ser entregado, y Él lo sabía; por eso quería aprovechar bien esas últimas horas para ministrar a sus amigos, y prepararles para lo que estaba por ocurrir.
En un momento, Jesús partió el pan y se lo dio a sus discípulos, y compartió la copa con ellos también. Su cuerpo y su sangre iban a ser entregados al día siguiente, y esta última cena reflejaba el sacrificio que iba a hacer por ellos.
Pero aún en medio de la situación, un destello de luz apareció. Jesús les dijo: “Y os digo que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día en que lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre” (Mateo 26:29).
¡Amigo/a, el día llegará en el que comeremos y beberemos con Jesús a Su mesa en el Cielo! (Apocalipsis 19:9). ¿Puedes imaginarlo? ¡Será tan glorioso! Pero mientras tanto, tienes acceso cada día al banquete de su Presencia por medio de la fe. ¡Y no debes preocuparte, no hay nadie que pueda quitarte el sitio! =) Puedes estar tan cerca de Él como lo desees.
Disfruta en este día de Su compañía y de Su amistad