Amigo/a, 🤔 La lógica de Dios
Intro · Bienvenida · Milagro · Reflexión · Alabanza · Oración
La lógica del Reino de Dios no es como la lógica de este mundo.
Mira lo que Jesús le dijo a Sus discípulos: “Vosotros, pues, no os preocupéis por lo que habéis de comer, ni por lo que habéis de beber, ni estéis en ansiosa inquietud. Porque todas estas cosas buscan las gentes del mundo; pero vuestro Padre sabe que tenéis necesidad de estas cosas. Mas buscad el reino de Dios, y todas estas cosas os serán añadidas” (Lucas 12:29-31). Mira la lógica del Reino de los Cielos:
- No te preocupes por lo que has de comer o beber, no te agobies: Quizá en lo más profundo de tu corazón hay un grito que se levanta y que quiere decirle: “Pero Jesús, ¿cómo no me voy a preocupar, si no llegamos a fin de mes?”. A veces nos toca pasar por situaciones complicadas, pero, si eres sincero, verás que, al final, la preocupación, la angustia y todo ese tipo de sentimientos negativos no te ayudan para nada a la hora de encontrar una solución a los problemas. Al contrario, nos ciegan más, nos impiden pensar con claridad, así que, ¿para qué agobiarse?
- No hagas como el mundo: La gente que no conoce a Dios se centra en sobrevivir o en pasarlo lo mejor posible. Nunca han probado las fuentes de agua viva de Dios, ni han experimentado lo que es verdaderamente la vida.
- Dios ya sabe lo que necesitas: Cierra tus ojos y piensa por un momento en esta promesa increíble: Él te conoce personalmente, sabe cuáles son tus necesidades, y quiere proveerte para ellas.
- Busca el Reino de Dios, y deja que Él haga milagros en tu vida: Deja tus problemas a un lado, y busca de todo corazón a Dios y Su Reino. ¿Qué es lo que necesitas? Pídele que te dé sabiduría para saber qué pasos tienes que dar, esfuérzate, y déjalo todo en Sus manos. ¡Él tiene cuidado de ti!
Amigo/a, cuando das prioridad al Reino de Dios en tu vida, todo lo demás se pone en su sitio. Y esto que te estoy diciendo a ti a través de este mensaje, me lo estoy diciendo a mí mismo también.
Es tiempo de priorizar aquello que es realmente importante, sin dejar de cumplir con nuestras responsabilidades. Es tiempo de priorizar el Reino de Dios en nuestras vidas.