Amigo/a, 💡¡La generación maligna te necesita!
Ya estamos casi llegando al final de la serie de esta semana. ¡Espero que tengas cada vez más deseos de tener una forma de pensar sencilla y clara, que no se pierda en quejas ni en murmuraciones, ni en cosas similares!
El versículo sigue diciendo: “Haced todo sin murmuraciones y contiendas, para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo…” (Filipenses 2:14–16).
Como te comentaba ayer de pasada, la consecuencia de todo lo que hemos hablado estos días es que te conviertes en un hijo de Dios que no tiene manchas, y que brilla con fuerza ahí donde te encuentras.
De hecho, la luz brilla con más fuerza cuanto mayor es la oscuridad… ¡y sí, las tinieblas de este mundo no paran de crecer y de ser “más oscuras”, si lo podemos decir así!
Sin embargo, a veces podemos tener una actitud equivocada ante este hecho. Podemos centrarnos tanto en nosotros, en lo brillante que es nuestra luz comparada con las tinieblas de fuera, que podemos entrar en una actitud defensiva. Tratamos de apartarnos de todo y de todos, porque no queremos que nada contamine nuestra luz. Nos sentimos amenazados por las tinieblas, preocupados, inseguros…
Pero la realidad es que es al revés: son las tinieblas las que sienten amenazadas por nosotros. Tu luz no te ha sido dada para que te apartes de los que están en tinieblas, sino para que crees un impacto tan grande en las personas que te rodean, ¡que ellos también deseen salir de sus tinieblas!
Amigo/a, ¡Dios quiere impactar por medio de ti a esa generación maligna! En este día, decide creer en el poder de Dios en tu vida, que es mucho más grande que el poder de las tinieblas, ¡y brilla con fuerza! Que puedas tratar con ese amor y es cariño a cada persona que se cruce por tu camino, y que puedan todos ser impactados por ti en este día.
