Amigo/a, ¡hay algo más para ti!

¡Me encanta el cine! Si pudiese, cada día me vería una película entera (o varias =) ¿Has visto alguna de esas películas en las que parece que el protagonista muere, pero que al final regresa y sorprende a todos? Cuando le vemos morir, tenemos el sentimiento de que la película no puede terminar así. ¡Tiene que haber algo más! Jesús, el protagonista de la historia de la Salvación, nos dio ese “algo más” al morir y resucitar: ¡Él nos dio una esperanza viva! Esto es precisamente lo que dice el apóstol Pedro: que Dios, por medio de Su gran misericordia, “nos hizo renacer para una esperanza viva” (1 Pedro 1:3). ¡Dios te ha dado una esperanza viva, no una esperanza muerta! Quizá piensas que tu vida está en un callejón sin salida, que tus sueños se han desvanecido y que ya nada puede revivir tus ilusiones del pasado, pero eso no es verdad. Jesús sopla Su aliento de vida sobre ti, y te llena de esa esperanza viva que te da nuevas fuerzas para levantarte y seguir avanzando. ¿Quieres orar conmigo, Amigo/a? “Señor, te doy muchas gracias porque estás conmigo, y porque en Ti tengo una vida nueva que se renueva de día en día. Gracias por esa esperanza viva que me das, que se manifiesta ya en mi vida aquí y ahora. Ayúdame a seguir adelante con los ojos puestos en Ti, y revive todos los sueños e ilusiones que una vez pusiste en mi corazón. ¡Gracias por todo, Señor! En el Nombre de Jesús. ¡Amén!”

No lo olvides nunca: ¡Eres un Milagro!