Amigo/a, 🛣️ Es cuestión de cercanía...
Seguramente que a lo largo de tu vida, te has sentido confundido/a en varias ocasiones ¿verdad? Hay momentos en los que no sabes qué deberías hacer, y no sabes si tus pensamientos son de Dios, son de las tinieblas, o son sencillamente ideas tuyas.
A mí eso me ha pasado mil veces. Sí, la confusión es otra de las armas que el enemigo tiene en su arsenal y que trata de usar contra nosotros de manera asidua. Como dice la Biblia, el enemigo es el “padre de mentira” (Juan 8:44), y es a través de esas mentiras que trata de engañarnos y de llevarnos a creer cosas equivocadas.
Y aquí es donde el discernimiento juega un papel clave ¿Cómo puedes discernir de manera efectiva entre esas mentiras de las tinieblas y la verdad de Dios? Es una cuestión de voz. Jesús dice: “Todos los que antes de mí vinieron, ladrones son y salteadores; pero no los oyeron las ovejas…” (Juan 10:8). “Mis ovejas oyen mi voz [...], y me siguen” (Juan 10:27).
Fíjate en lo que dice el Señor: estas ovejas tienen un detector, saben quién es su pastor y están dispuestas a seguirle. No sé tú, pero yo nunca he conocido una oveja que sea ingeniera o que tenga un doctorado. Las ovejas no son los animales más inteligentes del mundo, pero hay algo que sí que son: son humildes. No saben muchas cosas: solo saben que quieren estar cerca de su Pastor, y pasan tanto tiempo con él, que hasta ellas son capaces de diferenciar Su voz.
Amigo/a, ¡tienes la capacidad de discernir la voz de Dios! No es cuestión de inteligencia: es solo cuestión de cercanía, y sobre todo, de humildad. Abre tu corazón y tus oídos a Dios en este día en tus momentos de oración, cuando leas la Biblia, cuando estés en el trabajo… ¡En cualquier momento! Dios quiere hablarte, y cuanto más atento/y abierto/a estés a su voz y a obedecer, más fácil te será reconocerla.
Dios te está esperando