Amigo/a, 💐 El regalo de la Sabiduría
Uno de los elementos que más falta nos hace para todo en la vida es la sabiduría. Sin esa sabiduría de Dios, no somos capaces de escoger acertadamente lo que nos conviene hacer.
Necesitamos la sabiduría de Dios para todo, tanto para las grandes encrucijadas de la vida como para las pequeñas decisiones del día a día. De hecho, sin esa sabiduría siempre nos sentiremos indecisos en relación a qué tenemos que hacer, habrá ese “doble ánimo” en nosotros.
Es por eso que el mismo apóstol Santiago, un poco más adelante en su carta, dice: “Pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía…” (Santiago 3:17).
Fíjate lo que está diciendo en este versículo: no hay incertidumbre en la sabiduría que viene de lo alto. Es totalmente clara, definida, específica...
¡Cuántas veces dudamos sobre lo que tenemos que hacer! En un mismo asunto podemos pensar que tenemos que hacer una cosa, y 5 minutos más tarde sentir que es mejor que hagamos la contraria. Nos invaden las dudas, así como la falta de claridad.
Sin embargo, esa vacilación que es tan típica en nosotros como personas, no era algo que Jesús experimentase, al menos por lo que somos capaces de ver en el relato de los Evangelios.
Jesús tenía una auténtica consciencia de la Presencia del Padre, y de la guía del Espíritu Santo para su día a día. Tal es así, que llegó a decir que Él solo hacía lo que veía a Su Padre hacer (Juan 5:19).
Fíjate que no dice que hacía lo que el Padre le decía de hacer, sino lo que Él “veía hacer al Padre”. ¡Tal era su nivel de revelación que era capaz incluso de visualizar en el Espíritu lo que debía hacer!
Esa claridad es consecuencia de la sabiduría de Dios, que es a Su vez consecuencia de pasar tiempo con Él. Jesús vivía en una conexión continua con el Padre, que le permitía estar envuelto en Su Presencia, y caminar a Su lado.
Amigo/a, ¡la sabiduría echa fuera el doble ánimo de tu vida!
Pídele en este día a Dios que te inunde de Su sabiduría más que nunca antes a lo largo de tu vida. ¡Es una oración que siempre obtiene respuesta, cuando se hace en fe! Mañana veremos más sobre este asunto =)