Amigo/a, ❤️ Dios quiere darte los anhelos de tu corazón
Una de las cosas más preciosas que puede haber para un padre o una madre es ver a sus hijos felices. La ilusión que desprenden cuando abren regalos o cuando consiguen algo que llevaban tiempo deseando es algo que hace que nuestro corazón se funda. ¡Es sencillamente precioso! =)
Hoy me gustaría que pienses en esto: Dios es el Padre perfecto, y como tal, ¡se goza tanto en tu felicidad al recibir Sus regalos!
De hecho, mira lo que Jesús dijo a Sus discípulos: “Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid y recibiréis, para que vuestro gozo sea completo” (Juan 16:24, LBLA). ¡Jesús mismo está animando a Sus discípulos a pedir cosas en Su Nombre, para que así puedan experimentar un gozo completo!
Es muy interesante cómo Jesús apunta aquí a que, el hecho de recibir las cosas que hemos pedido a Dios, hace que nuestro gozo sea completo.
No es que antes nuestro gozo no fuera profundo, ya que como hijos de Dios tenemos siempre a nuestra disposición el gozo del Espíritu, este fruto Suyo tan precioso en nuestra vida.
Sin embargo, cuando recibimos las cosas que le hemos pedido a Dios, algo especial ocurre: no solo nuestro espíritu se alegra por haber recibido una respuesta de Dios, ¡sino que también nuestra alma se regocija abundantemente! Nuestra mente, nuestras emociones y nuestros sentimientos se unen a nuestro espíritu, y ese gozo adquiere una dimensión completa, que abarca todas las áreas de nuestro ser.
Además, fíjate cómo lo expresa Jesús: Él dice “pedid y recibiréis”. No hay duda en esa afirmación, ni la posibilidad de que al final algo “no funcione”. Tal y como lo dice la Palabra, cuando le pedimos algo a Dios con la postura de corazón correcta, Él actúa.
Mira, de hecho lo que dice este otro famoso pasaje de la Biblia: “Deléitate asimismo en Jehová, y él te concederá las peticiones de tu corazón” (Salmo 37:4).
Amigo/a, ¡Jesús te invita a que pidas con fe, mientras te deleitas en Él! La unión de esos dos elementos resultará en oraciones contestadas, y, por tanto, en un gozo más perfecto en tu vida.