Amigo/a, 😄 Déjate bendecir por tus propias palabras
Es tan precioso disfrutar de la sencillez de la vida, de ese sentimiento de poder ser auténtico, genuino, real… ¡Yo quiero más de eso en cada cosa que haga! ¿Y tú?
Esa es la clave del pasaje que estamos analizando esta semana: ser renovados en esa nueva realidad. Y para ello, el primer versículo empieza diciendo: “Haced todo sin murmuraciones y contiendas…” (Filipenses 2:14).
Las murmuraciones y contiendas son un fruto de la carne. Son injustas por naturaleza: de hecho, pervierten el propósito original de nuestras palabras de bendecir y dar vida por medio de ellas, para usarlas como un instrumento de las tinieblas.
Otro pasaje que habla también sobre estos temas dice: “Porque donde hay celos y contiendas, allí hay desorden y toda práctica perversa” (Santiago 3:16, RVA)
Las murmuraciones, los celos, las contiendas nos arrastran fuera del corazón de Dios, hacia el desorden y prácticas perversas, como dice este pasaje. ¡De hecho, nos complican tanto la vida! Empezamos a pensar y a decir cosas que no se alinean con la voluntad de Dios, y eso nos lleva a desviarnos, a abrir las puertas a la maldición en nuestra vida.
Esa negatividad, ese enfado, esa contención son un veneno para nuestras vidas. Es por eso que el pasaje de esta semana empieza diciendo que tenemos que hacer “TODO” sin murmuraciones ni contiendas.
Aunque cuando nos toque injustamente caminar la milla extra, o tengamos que aguantar reacciones injustas por parte de los demás… que en esos momentos no haya queja, murmuración, enfados ni contiendas en tu corazón, sino que puedas simplificarlo todo y empezar sencillamente a mirar a Jesús, y a darle gracias porque está contigo, aun en medio de esa situación complicada.
Amigo/a, ¡haz que tus palabras se conviertan en una fuente de bendición en cada momento!
Tienes poder en el Nombre de Jesús para cambiar cualquier situación en una oportunidad que dé gloria a Dios. No dejes que tu boca o tus emociones arruinen esos momentos: al contrario, deja que tus buenas palabras y reacciones cambien esa realidad, para que puedas experimentar Su bendición en cada momento.
Te llevo en mis oraciones y en mi corazón,