🌳 Conocer la raíz
¿Por qué tienen tanto miedo? Es la primera pregunta con la que Jesús llevaba a sus discípulos, y a su vez a ti y a mí a pensar, ¿cuál es la raíz de nuestros miedos?
¿Sabías que la mayoría de nuestros miedos son adquiridos? O sea que la mayoría de las cosas a las que tenemos, de alguna manera se nos ha enseñado a temer. Nuestros miedos los hemos adquirido, ya sea de nuestra familia, de nuestra cultura, o de nuestro contexto.
En mi caso por ejemplo crecí viendo a mi abuelo siempre muy preocupado por temas de salud, y creo que de alguna manera esto influyó en mi preocupación por mis hijos y su salud.
Pero por eso me desafía tanto esta pregunta de Jesús, porque lo que Jesús está diciendo implícitamente a sus discípulos es; ¿porque tienen tanto miedo… si yo estoy aquí? si estoy con ustedes.
Ayer te contaba de todos los versículos en la biblia que dicen “no temas”. Hay dos cosas que son muy interesantes aquí;
- La primera es que "no temas" ¡está conjugado en imperativo! Por lo que como veíamos es un mandato de nuestro Dios.
- La segunda cosa es que casi en cada ocasión que Dios dice “no temas”, está acompañado por algunas de estas frases; "porque yo estoy contigo", "porque estoy a tu lado", "yo cuido de ti", "yo te sustento", "te he entregado la victoria", "no me apartaré de ti", "me perteneces" "estas en mis manos", etc.
Y es que, esto es lo que Jesús les está diciendo, y a la vez nos dice a ti y a mí, si yo estoy aquí contigo, ¿porque tienes miedo?
Si yo estoy aquí, no importa que una tormenta se levante, no importa que tan fuerte esté el viento, no importa si un tornado viene. Si yo estoy aquí contigo, no hay nada que temer.
Entonces cuando nos vemos enfrentados con todos estos miedos, con nuestro mayor miedo, lo primero que debemos hacer es preguntarnos ¿por qué tengo tanto miedo? Al entender la raíz, puedo entregarle eso a Jesús, y descansar en su presencia.
Mira lo que Jesús les dice a sus discípulos; —Hombres de poca fe —contestó—, ¿por qué tienen tanto miedo? Entonces se levantó, reprendió a los vientos y a las olas, y todo quedó completamente tranquilo. Mt 8:26
Amigo/a, aquí me gustaría invitarte a tomar un tiempo para pensar en cuál es tu mayor miedo, y a hacerte esta pregunta ¿porque tienes tanto miedo? Y a su vez pensar cómo cambiaría esto si todo el tiempo fueras consciente de la presencia de Dios en tu vida.
Estoy orando que cada día puedas sentir esta presencia y decir con el salmista; “El Señor está conmigo y no tengo miedo…” Sal 118:6