Fecha de publicación 19 de abr. de 2024

Amigo/a, 💪🏻 ¿Con qué estás luchando?

Fecha de publicación 19 de abr. de 2024

¿Podría ser que has estado luchando con un pecado específico en tu vida durante mucho tiempo? Tal vez la ira, la envidia, la mentira o cualquier otra falta que esté causando dolor o dificultades en tus relaciones o tu vida espiritual. Fue cuando comencé a meditar en la bondad que Dios tiene conmigo, que me llevó a un arrepentimiento genuino, porque a pesar de todo, Él continúa amándome incondicionalmente.

Sé que tú también puedes seguir experimentando Su bondad de diversas maneras:

  • La provisión continua: A pesar de tus fallas, sigue proveyendo para ti. Te bendice con recursos, relaciones y oportunidades. Recordándote su amor.
  • La presencia constante: Aunque te apartas de Dios con tu pecado, Él nunca se alejara de ti. Te rodea en todo momento, ofreciéndote consuelo y seguridad incluso en tus momentos más oscuros.
  • El testimonio de otros: Dios usa a personas en tu vida para mostrarte su bondad y amor.

Mira lo que dice su palabra en Romanos 2:4 (NTV): “¿No te das cuenta de lo bondadoso, tolerante y paciente que es Dios contigo? ¿Acaso eso no significa nada para ti? ¿No ves que la bondad de Dios es para guiarte a que te arrepientas y abandones tu pecado?”

A medida que piensas sobre estas manifestaciones de su bondad por ti, quizás puedas darte cuenta, de su amor incondicional, y te preguntes ¿He estado rechazando el regalo precioso de su gracia y perdón, aferrándome a un pecado que me separa de Él?

Amigo/a, Dios te espera con los brazos abiertos, dispuesto a perdonar y restaurar tu relación con Él. Te está llamando a que abandones tus caminos pecaminosos y a seguir sus sendas.

Te pregunto, ¿Aceptas este llamado?

Oremos: “Padre celestial, te agradezco por tu amor inagotable, quiero responder a tu llamado, con un corazón abierto y dispuesto. En tu nombre Jesús. Amén.”

Lorena Fitzgerald
Author

Formo parte del Ministerio de la Mujer de mi iglesia y hago coaching con mujeres. Disfruto compartir y ayudar a otros en su viaje espiritual.