Amigo/a, ⏰ ¡Con Dios, aún estás a tiempo!
¿Alguna vez te has sentido estancado en una o varias áreas de tu vida? Creo que esa sensación de estancamiento es una de las peores que podemos experimentar, y de las más frustrantes.
No hablo aquí de promesas que estamos esperando y que “tardan” en llegar, o cosas que estén fuera de nuestras posibilidades. Estoy hablando de esas decisiones que tomamos de no hacer lo que sabemos que deberíamos hacer, y al revés, las que hacemos aunque sabemos que no deberíamos, y que nos han llevado a vivir en un desierto.
Este es el reproche que encontramos en las Escrituras, en las que el autor de la epístola a los Hebreos dice: “Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche, y no de alimento sólido…” (Hebreos 5:12)
Básicamente lo que les está diciendo es: “Después de tanto tiempo en la fe, deberíais ser ya líderes, pero aun sois bebés espirituales…”. Ouch! Eso duele, y estoy convencido de que, probablemente, tendrás algunos aspectos en tu vida en los que estas palabras resuenan contigo.
Es posible que también te acuses en cierta manera del poco avance que has experimentado en ciertas áreas, y que sientas que has sido negligente.
En esos momentos es fácil caer en la acusación, en la condenación, y, como consecuencia de ello, estacarse aún más.
Sin embargo, si bien es cierto que a veces necesitamos escuchar y recibir estos “pellizcos” de realidad, hay una clave que quiero compartir contigo: ¡hay esperanza para ti!
Sí, es verdad que, por ejemplo, podrías ser quizá ya un maestro de la Biblia pero que a penas sabes nada de ella, o que podrías haber hablado ya a muchos acerca de Jesús pero que nunca te has atrevido tal vez a dar el paso… Pero hoy es el día para empezar a cambiar eso.
La Biblia dice: “olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús” (Filipenses 3:13–14).
Amigo/a, ¡no dejes que tu pasado determine tu futuro! Hoy es el día para empezar a crear un nuevo futuro, para corregir errores y avanzar con fuerza y determinación hacia tu destino.
Nunca es demasiado tarde, aunque el enemigo te quiera intentar convencer de lo contrario. Solo da hoy un paso en la buena dirección, y mañana da otro, y pasado mañana da otro más… y verás dónde te llevarán estas pequeñas buenas decisiones diarias ;) ¡Creo que vas a experimentar un renuevo en tu vida como nunca antes!
