Amigo/a, ¡catalízalo!
Lo primero que nos viene a la mente a la hora de pensar en el poder de Dios suele ser la oración, ¿verdad? Estoy convencido de que has escuchado muchas veces hablar acerca del poder de la oración, y seguramente lo habrás experimentado en varias ocasiones en tu propia vida.
Sí, es cierto, Amigo/a, la oración es el catalizador del Cielo, aquello que nos permite experimentar el poder de Dios aquí y ahora, en nuestro día a día. Los discípulos de Jesús lo sabían muy bien, y mira sino este pasaje de la Biblia: “Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios” (Hechos 4:31). ¡Eso sí que es una oración con poder! =)
A lo largo de mi vida, he experimentado el poder de la oración en diferentes formas, pero hay sobre todo dos que destacan de manera especial. La primera forma es el cambio que la oración crea en mí mismo. Cuando me siento desanimado, tengo problemas que no sé cómo resolver, o sencillamente me falta claridad acerca de lo que tengo que hacer, la oración es como una explosión en mi interior. Me cambia por completo, me anima, me reconforta, me da nuevas fuerzas, me ayuda a levantarme con una visión renovada…
Por supuesto, no estoy hablando de cualquier tipo de oración. Me estoy refiriendo a la oración de fe, a esa oración que pone toda la carne en el asador, que confía en Dios, y se agarra a Sus promesas de todo corazón. En ese tipo de oración, el poder de Dios se manifiesta de una segunda manera: con milagros. He visto a Dios hacer cosas realmente impresionantes a lo largo de estos años como consecuencia de las oraciones que he hecho.
Amigo/a, este increíble poder está disponible para ti hoy a través de tu oración viva, ardiente y apasionada. Es por eso que la Biblia dice: “La oración eficaz del justo puede mucho” (Santiago 5:16). Sí, tu oración tiene mucho poder. Levanta en este día tu oración en olor fragante a Dios, y experimenta el poder de Dios fluyendo en tu vida y en medio de tus circunstancias.