Amigo/a, ¿a cuántos has bendecido hoy?
¿Cuál es la primera decisión que has tomado esta mañana? En mi caso, mi primera decisión ha sido elegir entre levantarme de la cama cuando sonó la alarma del móvil, o quedarme durmiendo unos minutos más. Adivina qué elegí finalmente… 😴😄
La vida está compuesta de decisiones. Desde que nos levantamos hasta que nos acostamos, no paramos de tomar decisiones, y esas decisiones tienen una serie de repercusiones en el resto de las cosas que hacemos.
Lo mismo pasa con la bendición. El apóstol Pedro dice: “No devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición” (1 Pedro 3:9). ¡Has sido creado para ser de bendición para otras personas! Y eso implica tomar varias decisiones:
- La decisión de apartarte de toda forma de maldad
- La decisión de querer bendecir a los demás
- La decisión de creer que la bendición de Dios está preparada para ti, y que es tu herencia.